El equipo ibicenco no dio opciones al Cajasol Juvasa. La contundencia de sus remates, como el de Fildago en la imagen principal, fue un arma que los hispalenses no supieron contrarrestar.

La mejor versión del Ushuaïa Ibiza Voley vio ayer la luz. El equipo de Toni Gino se impuso a un rival directo en la lucha por las cuatro primeras posiciones como el Cajasol Juvasa, ése que hace dos años le arrebató la cuarta plaza de privilegio en la última jornada. Los ibicencos demostraron que, poco a poco, se van acoplando, que las piezas se van conjuntando y que la llegada de Elvis ha sentado como agua de mayo. A ello colaboraron las dos victorias consecutivas cosechadas a domicilio –por otra parte lógicas–, que han servido para restarle presión a un conjunto que había comenzado la liga con una titubeante derrota en casa contra el Río Duero San José.

El encuentro no tuvo color. Bueno, sí, el amarillo del Ushuaïa, que llevó el peso del partido en todo momento. Su superioridad fue abrumadora. Así lo refleja el marcador final, un 3-0 con diferencias de seis a ocho puntos en cada set.
Si el público tenía ganas de ver a Elvis en acción éste no defraudó, especialmente en el arranque. Con cuatro puntos del brasileño, el conjunto de Toni Gino se escapó de cinco (12-7). Los sevillanos, eso sí, no arrojaron la toalla. En un arrebato de fe, los hispalenses igualaron la contienda (17-17), dejando las espadas en todo lo alto. Fue entonces cuando el cuadro local decidió dar un golpe sobre la mesa y, con un contundente parcial 8-2, se apuntó la primera manga.

El segundo set se mantuvo igualado en los inicios. Incluso los andaluces llegaron a ir por delante (8-9). Sin embargo, cuando este Ushuaïa pone su maquinaria en funcionamiento es díficil pararle. Los pitiusos se transformaron en superguerreros y pusieron tierra de por medio en un abrir y cerrar de ojos (17-12) para acabar ganando por una diferencia de siete tantos (25-18).

Con el Cajasol visiblemente afectado, el equipo ibicenco decidió cerrar el partido por la vía rápida y asestar el golpe mortal a su rival. Desde el inicio mandó en el electrónico (3-1 y 6-3) y su renta fue aumentando conforme avanzaban los minutos. El 16-11 se convirtió ya en una distancia insalvable para los visitantes, que cedieron el tercer y últimos set por una diferencia mayor a la de los anteriores (25-17) ante un Ushuaïa que empieza a ofrecer muy buenas maneras. Toni Gino dijo esta semana que necesitaba cinco o seis jornadas para ver si los suyos aspiraban a la zona noble o a conformarse con estar en la humilde. Tras lo visto ayer, las dudas empiezan a despejarse.