Winde Samb, uno de los goleadores del equipo, trata de hacerse con el balón durante el pasado derbi en Sant Rafel. | (c) Sergio G. Canizares

El Formentera atraviesa por el momento más dulce de su historia deportiva. Su nombre ha traspasado fronteras al confirmarse, semana tras semana, como el equipo menos batido del fútbol español. Los tres goles encajados por Marcos Contreras en 14 jornadas ya forman parte del legado del club que preside Felip Portas. El equipo rojillo está en la picota. Su solidez defensiva es la envidia de la categoría y en las apuestas parte como un firme candidato al título de Liga y al ascenso a Segunda B. El clima es inmejorable en la pitiusa menor.

Sin embargo, desde hace semanas escuece una espinita que no acaba de extirpar el poderoso conjunto formenterés. Una mosca que perturba la plácida marcha del bloque de Luis Elcacho por la Tercera balear y que le impide, por el momento, liderar con mano de hierro una categoría que aparentemente se le empieza a quedar pequeña. El Formentera, con 13 tantos a favor, es el quinto peor equipo de la competición autonómica en el apartado goleador. Tan solo empeoran sus cifras los tres últimos clasificados, Son Cladera (9), Alaró (12) y Montuïri (12), además del Platges de Calvià (11), duodécimo clasificado.
El Formentera se ha quedado sin marcar en seis de los 14 encuentros disputados, y en cinco de ellos ha firmado tablas (0-0). Su retaguardia es infalible, pero en ataque existe una preocupante falta de gol. En el entorno lamentan que, de haber visto portería en cualquiera de esos cinco empates, el equipo sería el líder destacado de la categoría, habida cuenta de que comparte primera posición con el Llosetense –ambos con 29 puntos en su casillero.

No obstante, el club rastrea el mercado en busca de la guinda que corone su pastel; de ése ‘9’ que permita soñar con todo tipo de retos. Desde hace semanas la dirección deportiva peina la Península para cubrir el hueco que dejaron Manzi y Chendo Alarcón en pretemporada. A finales de septiembre llegó Lander Gabilondo, quien, sin ser delantero, ya es el máximo realizador del equipo con cuatro dianas en ocho encuentros. El joven Alberto Górriz únicamente ha firmado dos goles, al igual que Winde; Pepe Bernal acumula tres y los otros dos tantos anotados por el equipo se los reparten Noguerol y Albert Urrea. Un pobre bagaje para un aspirante al ascenso.

Elcacho, tranquilo

Luis Elcacho reconoció ayer el interés por incorporar a un ‘9’ que aporte goles, pero negó que exista nerviosismo en la entidad por la falta de acierto: «No hay preocupación por este tema. Tenemos a Gabilondo desde hace poquito y es un delantero que nos da muchas cosas. Estamos buscando un punta, pero el mercado está complicadísimo. Quizás en diciembre, con los impagos de clubes de Segunda B, sea más fácil encontrar algo».

El preparador ilerdense recordó que en pretemporada perdieron a dos futbolistas llamados a marcar diferencias como Manzi [segundo máximo goleador de la Tercera canaria] y Chendo Alarcón. «Estaban firmados y pudimos retenerlos, pero en Formentera importan las personas y no vamos a retener a nadie contra su voluntad. No obstante, este hecho nos ha perjudicado como equipo», aseguró Elcacho, quien recordó que no es sencillo incorporar futbolistas de la Península: «El Formentera tiene muchas dificultades para traer gente aquí. A los jugadores les cuesta adaptarse, es una lucha diaria».
Además, el técnico catalán restó importancia a los seis partidos que acumula el equipo sin ver portería: «Nos gustaría ganar 3-0 todos los partidos, pero no estoy preocupado. Hay equilibrio en todas las líneas». En este sentido, lanzó un dardo envenenado a otros entrenadores que remarcan sistemáticamente las bajas con que afrontan cada encuentro: «En el derbi Mourad tuvo fiebre y no pudo jugar, pero nos hubiera dado muchas cositas en la segunda parte. Pero como yo no ‘lloro’, la gente no se entera».