Acción en la que Mas dispara, Torres despeja y Xiscu hace el 2-2 tras un error de Verdú.

La Peña Deportiva no carbura. El equipo de Mario Ormaechea sigue exhibiendo importantes carencias defensivas y eso le condenó ayer a su cuarto empate consecutivo como local, esta vez ante un buen Mercadal que, eso sí, se mantuvo vivo en la primera parte gracias a los errores ajenos.

Cuando parecía que ya se habían resuelto los problemas atrás tras dos encuentros consecutivos sin encajar gol, los fantasmas del pasado reaparecieron de nuevo en Santa Eulària. Hasta tres tantos encajó el cuadro de Ormaechea, que, al menos, puede presumir de encadenar siete choques seguidos sin perder.

El partido se puso de cara a los siete minutos, cuando Vicent se encargó de romper el ‘cerocerismo’. El extremo, en posición algo escorada, disparó a puerta y Fernando, en su intento de despeje, desvió el balón a su propia portería, un regalo que agradeció lógicamente el cuadro local.

El conjunto visitante, que hasta entonces ya había probado fortuna en un par de ocasiones, estuvo a punto de igualar al cuarto de hora de juego, en una falta directa que Berto Vaquero estrelló en el larguero. Respiraban los aficionados peñistas, que ayer, seguramente por las condiciones climatológicas, dejó la grada bastante despoblada.

Los de Luis Vidal, con todo, no tardaron en igualar la contienda. Una inocente pérdida de Erencia en la medular pilló desprevenida a la zaga peñista. La contra, que fue casi de libro, la finalizó Mas con un cabezazo en el segundo palo.

Al filo de la media hora de partido, Vicent volvió a aprovechar un mal despeje del cancerbero para poner de nuevo por delante a los suyos. Fernando no supo desviar bien un disparo de José Luis y dejó el esférico muerto en el área pequeña, situación que no desaprovechó el autor del primer tanto del encuentro. La alegría duró poco –y menos pudo haber durado si Torres no salva en su salida un remate franco de Xiscu–. El Mercadal trenzó una preciosa jugada, iniciada con un taconazo de Berto Vaquero para que Mas encarara al meta peñista. Éste despejó el balón con el pie hacia el costado derecho, pero a Verdú se le fue largo su control a la hora de salir con el balón jugado y Xiscu, atento, disparó de primeras al fondo de la desguarnecida portería de la Peña. El error le supuso al equipo de Mario Ormaechea tomar el camino a los vestuarios con tablas en el electrónico (2-2).
Encima, la reanudación no pudo comenzar de peor forma. Berto Vaquero aprovechó un centro de Mas para cabecear a la red en el segundo palo. Los menorquines habían completado la remontada. Por si fuera poco, Pando, al que, eso sí, no se le había visto en todo el partido, se retiró lesionado del terreno de juego, cediendo su sitio a Baena. Menos mal que el omnipresente Pau Pomar apagó el fuego tras rematar de cabeza un buen servicio de José Luis al filo del cuarto de hora de este segundo tiempo.

La lluvia, que no había aparecido durante el encuentro, hizo entonces acto de presencia y, curiosamente, las ocasiones de gol y la brillantez desaparecieron. Aun así, la fortuna estuvo a punto de darle la victoria a la Peña Deportiva. Un despeje del portero rebotó en la espalda de Piquero y el balón emprendió rumbo a la portería, pero salió justo por encima del travesaño.

En los instantes finales, con más corazón que cabeza y con Kevin ya en el campo, los de Santa Eulària se volcaron en ataque en busca de la victoria, pero no atinó a finalizar un par de acciones que podrían haber dejado los puntos en casa. No fue así y, como ya empieza a ser habitual, la Peña volvió a pinchar en casa en un partido con más de lo mismo: errores defensivos y puntos que vuelan.