Juanito, capitán del CD Ibiza, controla el balón con el pecho ante la presión de Diego Romero, del Sant Jordi.

El CD Ibiza dice virtualmente adiós al sueño de luchar por el ascenso a Tercera División. El conjunto dirigido por Víctor Langreo salió al campo dubitativo, quizás, expectante para ver cómo se iba a desarrollar un partido que fue seguido por 500 personas. Todo lo contrario que el Sant Jordi, que en los primeros 15 minutos supo aprovechar la indecisión de Sa Deportiva para generar peligro en la portería defendida por Ramírez.

La sociedad formada por Adrían Ramos y Juanito Benítez desquició durante casi todo el encuentro a la defensa local. En el minuto 10, una de las combinaciones de estos dos jugadores acabó en un rechace que aprovechó Titi para adelantar al Sant Jordi. El gol verdinegro y la falta de ideas ofensivas durante los primeros minutos hizo prever una debacle, pero, cuando el conjunto de Tortosa se las prometía felices, un despiste defensivo del Sant Jordi propició el empate ejecutado por el eterno Felipe Vega.

Tras el tanto del canario, el partido se equilibró. El Ibiza se quitó el miedo inicial, pero el juego se concentraba excesivamente en el centro del campo. Mucha intensidad y pocas combinaciones claras. Lo único que parecía que podía salvar a Sa Deportiva de la trampa del Sant Jordi en el mediocampo era alguna individualidad. Sin embargo, Lúa navegaba sin rumbo fijo y Vega estaba demasiado solo. Y Juanito Benítez y Adrián Ramos seguían a lo suyo. En el 44, Benítez robó una pelota a la altura de tres cuarto del campo, conectó con Ramos, que se la devolvió de primeras, y el jugador andaluz acabó definiendo con suavidad ante la salida de Ramírez. Silencio sepulcral en Can Misses.

La segunda mitad

Sa Deportiva intentó maquillar su cara en la segunda parte. Mucho corazón y pocas ideas en los primeros diez minutos, pero poco a poco fue arrinconando al Sant Jordi, que decidió retrasar sus líneas para sorprender a la contra. El plan del equipo de Tortosa de trabar el partido fue diluyéndose y el Ibiza empezó a encontrar espacios para poder desarrollar más velocidad. Al ímpetu de Vega en ataque se fue sumando la calidad de Lúa y la habilidad de Roberto. Sin embargo, la mejoría del equipo de Víctor Langreo era una espada de doble filo, porque en cualquier jugada, a la vuelta de la esquina, podía sorprender el conjunto verdinegro. Y la pesadilla del Ibiza estuvo a punto de culminarse antes de que se cumpliera el minuto 65, cuando Dani no llegó a remachar en condiciones un nuevo fogonazo del dúo Ramos-Benítez.

Por su parte, Sa Deportiva tuvo el empate en dos ocasiones. Un cabezazo de Vega a pase de Loren acabó cándidamente en las manos de Cristian cuando algunos ya cantaban el gol. Ya en el tiempo de descuento, Alberto, que había salido por Roberto, tuvo el empate a mano, pero su disparo se fue por encima de los tres palos. Después de esta derrota, al equipo de Langreo se le pone cuesta arriba el campeonato.