Pau Pomar y Maikel pugnan por un balón durante el último derbi entre el Formentera y la Peña Deportiva. | JUAN JUAN

La Tercera División balear está que echa humo. La cuenta atrás por conocer al nuevo campeón de la liga autonómica llega a su final y tres equipos se resisten a tirar la toalla. Dos de ellos, la Peña Deportiva y el Llosetense, aguantan con tenacidad el pulso mientras que el Formentera parece claudicar a la presión y comienza a descolgarse tras enlazar cuatro jornadas sin conocer la victoria. Aún así, tan solo le separan tres puntos de la cabeza cuando todavía restan nueve por disputarse, con dos enfrentamientos directos que se antojan definitivos.

El primero irrumpe este mismo fin de semana con un choque en la cumbre entre el Llosetense y el Formentera (domingo, 12.30h). Una derrota de los rojillos les despojaría del ansiado título por el que han luchado durante nueve meses, mientras que una victoria auparía a los de Luis Elcacho a la segunda plaza, pendientes de lo que suceda en las dos últimas paradas del trepidante trayecto en el que se ha convertido la competición provincial.

Entretanto, la Peña buscará acostarse el viernes con cuatro puntos de ventaja sobre su principal perseguidor. El líder visita al Son Cladera, conjunto que pugna por la supervivencia, con la única intención de abrir brecha para jugarse el todo por el todo en la penúltima jornada frente al Poblense en el Municipal de Santa Eulària. A pesar de las bajas, la plantilla de la Peña tiene la moral por las nubes tras el sufrido triunfo en el pasado derbi ante el San Rafael (1-0). Las cábalas son claras y pasan por ganar los nueve puntos en juego. Sin embargo, en el vestuario blanco creen que una victoria en Son Cladera les permitiría abordar, con opciones de amarrar el título en casa, el choque con el Poblense, pero todo pasa porque el Llosetense se deje dos o tres puntos ante el conjunto de la pitiusa menor.

No obstante, los caprichos del calendario han dejado para la última jornada un espectacular Llosetense-Peña Deportiva que podría servir no solo para dilucidar el campeón liguero, sino como aperitivo de lujo para la fase de ascenso a Segunda División B. Se trata, sin duda, de un final no apto para cardíacos en el que cualquiera de los tres aspirantes al título alberga opciones de conquistarlo.