Después de comenzar la liga con varios sinsabores, el Formentera ha encontrado ya la senda de los triunfos. | Miquel Àngel Llabrés

Dice un viejo dicho del sabio refranero popular que ‘donde las dan... las toman’. Y el Formentara le dio al Poblense más de lo que éste quiso tomar. No quisieron los de Sa Pobla variar la fecha del partido, a pesar de saber que el Formentera venía de jugar en la Copa y sin apenas tiempo para descansar. Quisieron aprovecharse del cansancio de los pitiusos para afrontar con ventaja el partido de esta jornada y prepararle así una encerrona a los de Elcacho, mareados con tanto viaje de ida y vuelta de un lado para otro. Pero hete ahí, cosas de la vida, o de la justicia del dios del fútbol, que el conjunto rojillo le dio al Poblense una soberana lección de pundonor, de entrega y de táctica, amparados en la fuerte inyección de autoestima con la que habían afrontado el desplazamiento tras tumbar en el Torneo del K.O. a todo un Segunda B como el Alcoyano.
Saltaron los hombres de Luis Elcacho muy motivados al terreno de juego y con ganas de liarla frente a un crecido Poblense. Y cuando aún no se había cumplido el minuto 3 de partido, Cristian Terán se la lió a base de bien. Controló el esférico y tras irse de su marca cruzó con calidad la pelota al segundo poste de la meta rival para hacer subir al marcador el 0-1.
Donde las dan... las toman, dice el refrán. Y más aún, ya que el Formentera, a pesar de verse dominado por el juego de toque del Poblense, fue creciendo en confianza a medida que pasaban los minutos ante la incredulidad de los de Óscar Troya. Los mallorquines dominaban el esférico gracias a un sistema y a un estilo de juego donde se prioriza el buen trato al balón. Tocaban y tocaban, creando juego y llegadas casi constantes a los dominios de Contreras, a cuyas manos morían la mayoría de las acciones rivales.
La sorpresa no tardó en aparecer en muchos de los rostros de los aficionados de un Poblense volcado en busca del empate. Y no era para menos ya que, si alguno pensaba que el cansancio podía hacer mella en el equipo pitiuso, se equivocó de todas todas. No sólo mantuvo el Formentera el tipo en tareas defensivas sino que a la menor oportunidad mordía con peligro cada balón en la zona de vanguardia. Así, a los 25 minutos, dinamitaba el marcador con un segundo tanto, esta vez de Alberto Górriz, tras acertar a rematar, de cabeza, un buen centro desde la izquierda de Cristian Sánchez.
‘Donde las dan... las toman’, dice el refrán. Con ventaja de dos goles en el marcador, el Formentera tomó conciencia de sus posibilidades y a pesar de los desesperados envites del Poblense en busca de recortar diferencias, el equipo de Luis Elcacho se mantuvo firme, con sus líneas bien ordenadas y aguantó con entereza el empuje del rival hasta llegar al descanso.
Tras el intermedio, el partido continuó de forma parecida. Después de unos compases para tantear de nuevo las fuerzas el Formentera, consciente de que los riesgos debía correrlos el Poblense, replegó sus líneas para buscar las salidas en velocidad de sus jugadores de banda.
El Formentera sufrió el acoso de un Poblense que dominaba territorialmente en cada parcela del campo. Pero era un dominio infructuoso al no concretar sus acciones dentro del área rojilla.
En estas condiciones se mantuvo el desarrollo del encuentro durante buena parte del segundo periodo hasta que en el minuto 56, De Prada, fue expulsado por doble amonestación. Una vez más, al igual que ya le pasó en las dos anteriores jornadas, el Formentera debía afrontar la recta final del choque en inferioridad numérica.
Si antes el conjunto de Luis Elcacho pasaba apuros para contener la insistencia del Poblense, a partir de ese momento se vio obligado a defender como podía para conservar el resultado frente a un Poblense que tocó a rebato y se creció aún más sobre el campo gracias a su superioridad.
Así las cosas, en el minuto 72, consiguió el conjunto local recortar diferencias merced a un riguroso penalti señalado en contra del Formentera. El lanzamiento de la pena máxima corrió a cargo de Sergi Rojals, que engañó al meta Contreras.
Con el 1-2 el Poblense se lanzó a la carga en busca del empate a dos, pero se encontró con un muro llamado Marcos Contreras en la portería del Formentera, que detuvo con varias intervenciones de categoría cada una de las ocasiones de peligro que tuvo el Poblense hasta el final del partido.
Así pues, meritoria victoria para un Formentera que ya ha estrenado su casillero con sus tres primeros puntos de la temporada.
‘Donde las dan... las toman’, dice el refrán.