A la izquierda, David Camps, acompañado de Juanma Acevedo, celebra uno de los cuatro goles que marcó ayer al conjunto mallorquín. | Toni Escobar

Apenas media hora necesitó la Peña Deportiva para fulminar al Sóller. Fueron exactamente 31 minutos de máxima efectividad ante el marco contrario en los que el equipo peñista endosó nada más y nada menos que cuatro goles. Fin de la historia.

El equipo de Dani Mori mostró por fin su mejor cara en la faceta goleadora y exhibió esa superioridad que se le presupone. Fue un huracán que arrasó por completo al conjunto mallorquín.
Juanma avisó por partida doble en el primer cuarto de hora. Primero, recibió un pase en profundidad tras romper por el centro y lanzó rozando la escuadra en el filo del área. Después, no acertó a enganchar la pelota en el segundo palo en una segunda jugada. A la tercera llegó la vencida. El extremo golpeó de manera espectacular el balón ante la pasividad de la defensa, que vio cómo botaba el balón delante de sus narices tras un centro de Ramiro. La ejecución fue impecable y la estirada del portero no sirvió más que para la fotografía.

El cuadro de Isidro Marín estaba a merced y sólo era cuestión de tiempo que llegara el segundo. Éste se produjo, eso sí, con fortuna. En el minuto 26, una falta lateral ejecutada por Juanma la remató Ballester a su propia portería. Él no quería.
El autogol sentó como un jarro de agua fría en las filas visitantes, que en cuestión de cinco minutos encajó otras dos dianas. David Camps se sumó a la fiesta con un doblete. Primero, recibió un pase en profundidad por el centro y superó al portero por el palo corto con un disparo raso. Acto seguido, cabeceó un centro de Borja Navarro a la red para subir el 4-0 con el que se llegó al descanso.

La segunda mitad comenzó sin Pacheta, que se había retirado lesionado un minuto antes del asueto y, finalmente, no continuó en el campo. En su lugar entró Mario, que no fue el único cambio local realizado en el intermedio, pues Claverías también saltó al terreno de juego a José Luis.

Con el partido decidido, la segunda mitad perdió interés, pero no intensidad. A pesar de que los peñistas bajaron algo el listón, el Sóller siguió a merced de ellos. Este periodo sólo sirvió para ensalzar la figura de David Camps, que acabó firmando un póquer de goles en la tarde de ayer. En el minuto 77 empujó a la portería un medido centro de Mario. Después de que Estradas realizara el primer disparo de los mallorquines en todo el partido –se marchó por encima del larguero–, el delantero menorquín certificó el set en blanco. Realizó un soberbio control orientado tras el que se quedó solo ante el guardameta para definir, de nuevo, por el palo corto. Fue el broche perfecto al gran partido realizado por la Peña Deportiva, que ya es cuarta y, por tanto, se ha metido por fin en la zona que le corresponde, la de play off.