«El fútbol base es complicado en California»

—¿Cómo surgió trabajar en California?
—Hace unos años que venía colaborando en torneos y giras en Brasil con mi amigo Marcio Granada. En junio me llamó para decirme que había adquirido el 50% de los derechos de la franquicia del Corinthians en California y me ofreció ser coordinador del fútbol base.

—¿Costó convencerle?
—La verdad es que no demasiado. Aunque estos días que he regresado a Eivissa me doy cuenta que echo de menos estar aquí, donde además tengo familia (un hermano).

—¿Es mejor Malibú que Ses Salines, por poner un ejemplo?
—Para nada. Allí las playas están bien, pero te das cuenta que en Eivissa lo tienes todo. Nada que envidiar. Hamacas, chiringuitos, etcétera. En Malibú, Santa Bárbara o Santa Mónica solo hay arena y mar. Eivissa no tiene comparación.

—¿Cuáles son sus funciones allí?
—Llevo la coordinación de todos los equipos inferiores, de los chicos que tienen de 4 a 18 años. Resuelvo cualquier problema que puedan tener y asesoro a los entrenadores.

—¿Tiene pensado quedarse en California?
—Todavía es pronto. Espero hacer una primera valoración de la experiencia cuando cumpla un año en Estados Unidos. Es otro mundo y hay muchas cosas que asimilar en Fontana, condado de San Bernardino.

—¿Cómo ha vivido el reciente atentado de hace unos días?
—Afortunadamente no estaba allí. En ese momento ya habíamos salido con el equipo en una gira a Dubai (Emiratos Árabes Unidos) y lo hemos vivido de lejos. De Dubai he venido directamente a Eivissa y regresaré a Fontana después de Navidades. Supongo que ya estará todo con absoluta normalidad.

—¿Y cómo es el deporte en Estados Unidos?
—Hay muchas prácticas deportivas que aquí desconocemos, como el indoor soccer, una especie de fútbol sala que se juega en pistas cerradas y en el que se se puden usar las paredes.

—¿Como en el hockey hielo o aquí en algunos patios de colegio?
—Exacto. Es frenético. El balón no para de rodar y solo se para cuando hay gol. Allí gusta mucho.

—¿Y el fútbol sala?
—Es menos conocido, auque también se practica y hemos participado en algunos torneos. Ahora estoy más centrado en el fútbol, pero me han ofrecido, fuera del Corinthians USA, un cargo para coordinar una liga privada.

—¿Como las que hacía en Eivissa?
—Algo parecido, pero con las particularidades de allí. Todos los deportes son muy distintos a como los conocemos aquí.

—Baloncesto y fútbol americano, por supuesto, pero el fútbol, ¿no es fútbol en todos los sitios?
—El juego, sí. Está la cuestión de las franquicias, la estructura de las ligas. Pero allí, además, es mucho más complicado el fútbol base, la promoción del deporte.

—¿Porqué?
—Las instalaciones son estupendas, pero debes pagarlas y en lugar de entrenar cuatro o cinco días por semana, solo puedes hacer dos sesiones. Así es muy complicado. No es como en España, que los niños entrenan en campos municipales. No sabemos lo que tenemos. Aquí el ayuntamiento te facilita un estadio donde pueden practicar los niños. Luego nos quejamos de su estado, de que está sucio o deteriorado. En cambio, en norteamérica todo está perfecto, impoluto, pero debes pagar el campo donde entrenas. Íntegramente. Y te das cuenta de que es un gasto enorme.

—Y, por cierto, aunque lleve los equipos inferiores ¿qué tal marcha el Corinthians USA?
—Estamos segundos de la liga Socal. Hemos jugado dos partidos menos que el resto, por lo que tenemos serias opciones de acabar campeones de la liga regular. Luego están las fases finales.