Miguel López busca a quién pasar el balón. | Toni Escobar

El HC Eivissa despidió el año con un mal sabor de boca después de caer por un claro 24-31 contra el Elda, en un partido que comenzó mucho más tarde de lo esperado por el retraso del avión que tomaron los visitantes. Éste tuvo que desviarse a Barcelona y, luego, despegar de nuevo hacia Eivissa por culpa de la niebla.

Los visitantes tomaron pronto una amplia renta y se marcharon de seis goles al descanso (9-15, min. 19). En la segunda parte, la diferencia llegó a alcanzar los nueve tantos (12-21, min. 40), una distancia ya insalvable para un cuadro naranja que deberá mejorar sus números en la segunda vuelta para abandonar el farolillo rojo que a día de hoy ocupa.