En la imagen, Maikel defiende el balón ante el peñista Winde, que fue un incordio para los rojillos.

El derbi entre el Formentera y la Peña Deportiva se saldó sin goles (0-0) en un encuentro en que el miedo a encajar se impuso a la ambición de perforar el marco contrario. El respeto entre ambos restó fluidez a un partido muy intenso pero que careció de profundidad, aunque se animó un poco en el segundo tiempo. Apenas hubo ocasiones claras y también se echó algo de menos la tensión y la polémica propia de los choques entre equipos vecinos. Además, el reparto de puntos es un premio mínimo que permite que Mallorca B y Constancia cojan distancia sobre los dos equipos pitiusos que aspiran al título.
El encuentro arrancó con mucho respeto por parte de ambos equipos, más preocupados por contener al rival que de construir. Nadie quería cometer un error que pudiera dar ventaja al otro, con lo que los riesgos se redujeron a la mínima expresión. De ambos onces, sorprendió que Mori dejara en el banco a su pichichi, David Camps, aunque luego se supo que el delantero había sufrido calambres durante la semana. Era la bala que el técnico peñista se guardaba en la recámara, aunque no cambiaría el signo del partido.
El juego se inició con mucha presión por parte de ambos contendientes y continuas pérdidas y alternativas. Cristian Terán dio el primer aviso local en el minuto 6 con un disparo desde la frontal que salió fuera por poco. Al cuarto de hora, el Formentera bajó el balón y lo raseó, aunque más para esconderlo y mantenerlo en su propio campo que para asediar la portería de Torres.
Tardó en replicar la Peña, que en el minuto 25 hilvanó una eléctrica combinación entre Juanma y Pacheta en la que el ariete centro no pudo controlar cuando ya se colaba solo ante el meta local.
Dos minutos más tarde, el peñista Carlos fue providencial para robar el balón a Cristian Terán cuando el rojillo se internaba en el área visitante. En el 31, el central visitante volvería a ser protagonista pero en la otra portería, al cabecear alto una falta que los ibicencos colgaron a la olla. Winde, que puso mucha presión y músculo, buscó una chilena en el 36, pero su remate salió desviado en una de las pocas muestras de alegría del primer tiempo.
La atonía del juego pareció desaparecer tras el descanso. El partido se abrió y la Peña Deportiva lo aprovechó para lanzarse a por el encuentro en una salida fulgurante. En el 47, Juanma cayó en el área local sin que existiera penalti por acción de Piña, que completó un gran partido en el eje de la defensa rojilla. Ramiro lanzó un par de centros desde la banda derecha que no encontraron remate. En el minuto 51 llegaría la mejor ocasión para los ibicencos. El lateral Rafa, muy incisivo durante todo el encuentro, envió un balón que se paseó por el área pequeña del Formentera sin que Pacheta ni Winde acertaran a conectar con el esférico.
La Peña no se rindió y lo intentó pasada la hora de juego con un cabezazo de David Camps, que acababa de ingresar en el terreno de juego, que salió alto. En el 70, el testarazo fue de Carlos, que obligó la intervención de Marcos.
El Formentera no perdió la esperanza y su ocasión le llegó en el 80, cuando Terán abrió hacia la derecha para Pablo, que centró para que Imanol, libre de marca, no acertara en su remate de primeras.
No había manera. Para aquél entonces, ya parecía que, salvo intervención divina o en su defecto del colegiado, nadie conseguiría mover el marcador. Y así fue, empate sin goles que ambos equipos recibieron encantados.