El camerunés Clyde celebra el tanto que sirvió para abrir la lata, ya en el tiempo añadido de la primera parte. | DE

Dos chispazos aislados, con dianas de Clyde (45’) y Juanma (63’), permitieron ayer a la Peña Deportiva doblegar al Santa Catalina en un partido gris que, al menos, sirve para sumar tres nuevos puntos y mantener vivo el sueño de alcanzar al Mallorca B en lo más alto de la tabla.
Los mallorquines, sabedores de su inferioridad, salieron parapetados atrás. Mantuvieron el rigor posicional para incomodar la creación de los ibicencos, taponando en todo momento a Pando, que siempre tenía a un marcador encima. No obstante, los visitantes demostraron muy poca ambición y verticalidad, pues su primer disparo a puerta no se produjo hasta pasada la hora de juego y ya con un 2-0 adverso en el marcador.
La atonía que impuso el Santa Catalina ya le pareció bien al conjunto local, que en el primer tramo del encuentro se limitó a colgar algún balón para ver si alguien era capaz de cazarlo e intentar convertirlo en algo. Camps lanzó el primer aviso serio con una volea en el minuto 17 que salió fuera por poco. Un toque de espuela de Pando para Juanma, que no esperaba el detalle de su compañero, desperdiciando una opción de ataque, ilustró la falta de mordiente de los santaularienses hasta que llegó el oportunismo de Clyde para abrir el marcador en el último suspiro del primer acto.
Ya con el tiempo cumplido, Ramiro sirvió un saque de esquina para que Pau mandara el balón a la madera tras un buen cabezazo. El camerunés, muy atento, recogió el rechace y marcó su primer gol de la temporada. El primer chispazo de los de Mori aliviaba a la parroquia local justo antes del descanso. Lo más difícil, abrir la lata, estaba hecho y todavía quedaba medio partido por delante.
Pese al gol, el panorama no cambió en absoluto tras el asueto. Sorprendentemente, el Santa Catalina siguió dentro de su cueva y la Peña Deportiva no encontraba huecos ni lograba trenzar combinaciones. Además, una de ellas terminó con la substitución de Pau Pomar, que pareció resentirse de su lesión y fue substituido por Raúl Gómez.
Al cumplirse la hora de juego, Mori quitó a Camps y puso a Winde, que aportó electricidad al juego de los suyos. En el 63, en una de sus primeras intervenciones, el senegalés dejó pasar un cambio de juego de Juanma para Ramiro. Éste cedió a Raúl Gómez, cuyo centro dejó pasar de nuevo Winde para que apareciera Juanma, en la jugada más plástica de la tarde, y batiera a Marcos por bajo.
El 2-0 parecía la sentencia, aunque precisamente entonces despertó el Santa Catalina, que fue capaz de crear hasta tres ocasiones de peligro, con un uno contra uno de Rubio (minuto 65), un disparo de Blázquez al palo (minuto 87) y, acto seguido, un balón de Rubio al exterior de la red.