Óscar Santos fue profeta en su tierra al imponerse ayer con un tiempo de 1h12’56’’ en la VIII Mitja Marató de Formentera, una cita patrocinada por Caixa Bank en la que el fuerte viento en contra hizo imposible atacar el récord de la prueba y que castigó duramente a los 1.507 corredores que finalizaron la carrera de 21 kilómetros, así como a los 826 que cruzaron la meta en la distancia corta, de ocho kilómetros, en la edición más multitudinaria de esta joven competición, con un total de 2.333 finishers.

El formenterense del Playas de Castellón demostró sus intenciones desde la primera zancada en el faro de la Mola. Salió como una bala y se puso desde el primer momento en cabeza, acompañado por Josep Torres y un nutrido grupo de corredores que se iría reduciendo. Parecía que Santos y Torres iban a librar un duelo épico, aunque el triatleta ibicenco, que hace dos semanas fue tercero en la Media Maratón Isla de Ibiza, vio pronto que ayer no era su día y fue perdiendo comba. El pitiuso José Antonio Planells y el foráneo Ramón Martínez le dieron caza en el quinto kilómetro, quedando Torres descolgado cuando alcanzaron es Caló, en el siete de carrera.

En esos momentos, Santos había tomado una cierta ventaja sobre sus perseguidores y parecía que su único rival podía ser el crono. Hasta el kilómetro 12, los números le salían al formenterense, que se mantenía a ritmo de 1h08’00’’, por debajo del mejor registro de la cita, que estableció Samuel Urbano en 2014 con 1h09’59’’.

No obstante, el viento, que sopló durante toda la prueba, arreció con mayor fuerza en la segunda mitad del recorrido, convirtiendo en una quimera la posibilidad de batir el récord. Así, Santos y su entrenador, que le acompañaba en bicicleta, decidieron abandonar la idea de mejorar la marca de Urbano. Así, el corredor del Playas de Castellón pasó a regular sus fuerzas para inscribir su nombre en el palmarés de esta prueba con un registro de 1h12’56’’.

Tras él, José Antonio Planells cruzó la meta a menos de un minuto del vencedor, con una marca de 1h13’46’’. De esta manera, el veterano corredor ibicenco suma así su quinto podio en las últimas seis ediciones, en las que ha sido tres veces segundo –2013, 2014 y 2016– y dos veces tercero, en 2011 y 2015. Completó el podio Carlos Castillo con un tiempo de 1h15’26’’.

En el cuadro femenino, la victoria fue para la mallorquina María José Medina, que llegó a Sant Ferran en 1h31’00. Le sacó unos tres minutos a la también mallorquina Celia Muir, que fue segunda, y a la formenterense Paula Espí, que lideró la prueba hasta el kilómetro 18 pero que se tuvo que conformar con el bronce.

En la carrera de ocho kilómetros, se impuso el ibicenco José Carlos Añibarro, quien hizo un tiempo de 27’22’’. Beatriz Antolín Pérez fue la primera dama con una marca de 30’25’’.

SANTOS

«Tener el apoyo de tu gente es algo increíble»

El vencedor absoluto, Óscar Santos, se mostró muy satisfecho de su triunfo en su primera participación. «Es la primera vez que la hago y me ha gustado mucho, tener el apoyo de tu gente es algo increíble», manifestó. Restó importancia a la fallida tentativa de batir el récord de la prueba. «En el kilómetro 12 todavía iba a un ritmo que podía bajar de 1h08’00’’, pero cada vez el viento era más fuerte y hemos decidido [corredor y entrenador] dejarlo para otra ocasión», explicó. Ahora, se centra en el mitin internacional de Huelva, dentro de dos semanas, donde buscará la mínima en 5.000 para acudir al Mundial.

ESPI

«Los últimos quilómetros han sido mortales»

La formenterense Paula Espí se hizo con la tercera plaza femenina. Su balance de la carrera fue agridulce, pues «en el kilómetro seis adelanté a la primera [Medina, la vencedora] y fui delante hasta que solo quedaban tres kilómetros, que han sido mortales», explicó. De esta manera, Espí, que se proclamó campeona hace dos años, cedió no solo el triunfo sino también la plata. «He sufrido mucho con el viento, y me ha dado un bajón de azúcar», detalló. Asimismo, lamentó lo que podría haber sido un doblete local. «Ha sido una lástima porque estaba delante e iba aguantando», dijo.