Durante estas cinco competiciones, los escaladores debían realizar durante 12 horas ininterrumpidas la mayor cantidad de vías de escalada. La suma de metros y dificultad ponen al límite la resistencia tanto física como psíquica de los competidores, que durante toda la jornada suben y bajan paredes a toda velocidad.
El pasado sábado se disputó la última cita del campeonato en la localidad del Chorro, en Málaga, un paraje natural famoso por el Caminito del Rey y por sus imponentes paredes de roca calcárea, una de las mejores del mundo para la práctica de la escalada extrema. La cordada ibicenca representó a las Illes Balears y al Club d’Escalada d’Eivissa, consiguiendo tres primeros puestos y un segundo en las diferentes pruebas disputadas a lo largo del año.
En la modalidad mixta, los equipos están formados por dos personas, un hombre y una mujer. Alejandro Pellegrino, que ya el año pasado se subió al tercer cajón del podio absoluto masculino junto a un escalador mallorquín, y Karina Danchú fueron los mejores del campeonato. Se impusieron en la primera prueba, en La Cabrera (Madrid); en la cuarta, disputada en Leiva (Murcia); y en la quinta, que tuvo lugar el pasado fin de semana en tierras malagueñas. En la segunda cita, en Mallos de Riglos (Huesca) quedaron subcampeones y en la tercera no pudieron tomar parte por haberse llenado el cupo de inscripciones. «Eso nos enfadó un poco», comentó Pellegrino al respecto. El escalador también quiso destacar el triunfo en Leiva, ya que «sufríamos un jet lag de 18 horas porque volvíamos de Yosemite, donde estuvimos haciendo una filmación para un corto».
Alejandro Pellegrino comentó que ha sido «un año de mucho trabajo, entreno y esfuerzo que se ha visto premiado de esta manera». «Ahora, a prepararse para defender el título», agregó.
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