Daniel Gómez (Barcelona, 05/05/1979), más conocido en el mundo del deporte por el apelativo de ‘Jordan’, es un tipo singular, peculiar como pocos y capaz de labrarse una personalidad arrolladora, cimentada en el orden, la disciplina y el respeto por los grandes valores que un deporte tan exigente como el kickboxing ha ido cincelando en su vida personal a lo largo de los años. De madre peruana, con tatarabuelo japonés y un padre andaluz nacido en Córdoba, Jordan es la esencia pura de una mezcla de sangres calientes que le han llevado al éxito en el sacrificado mundo del kick boxing. No en vano, durante el año 2007 este catalán, afincado en Ibiza desde hace algunos años, logró adjudicarse como luchador profesional tanto el campeonato de España como el de Europa, títulos que defendió en 2008 y 2009, siendo también en su día aspirante al cetro mundial.

«Empecé en el kick boxing a los 18 años, conozco este deporte a la perfección y lo que quiero es poder transmitirles a mis alumnos todos los conocimientos que he adquirido y aprendido a través de mi propia experiencia personal», aseguró el ex campeón nacional y europeo.

Hoy en día, Jordan, como instructor de kick boxing en el Nirvana Fitness Center de Sant Jordi, vive consagrado a enseñar los secretos de esta disciplina de lucha al más de medio centenar de alumnos que tutela, poniendo especial énfasis en inculcarles todas las cosas buenas que este deporte es capaz de ofrecerle a quien lo practica desde la honestidad y el respeto.

«Me gusta enfocar mis clases de una forma intensa, pero no preparo a ninguno de mis alumnos para competir. Lo que deseo es que aprendan lo que es el kickboxing, que le pierdan el miedo a hacerse daño y que ganen en autoconfianza, que suden para ponerse en forma y que se diviertan», aseguró el instructor.

En cuanto a lo que el kickboxing supone para él, Jordan afirmó que «soy muy exigente conmigo mismo y lo soy mucho más con las personas a las que enseño. El kick boxing te puede llegar a dar mucho poder cuando dominas todo tu cuerpo, pero, como todo gran poder, eso conlleva también una gran responsabilidad. Eso es algo muy importante de lo que uno debe ser consciente».