Las espadas, en todo lo alto

AT.MALAGUEÑO: 0

Con todo por decidir. Así está la eliminatoria entre la Peña Deportiva y el Atlético Malagueño después de que ayer empataran sin goles en el partido de ida de la segunda eliminatoria por el ascenso a Segunda División B. Los peñistas merecieron mejor suerte, pero tuvieron la pólvora mojada y el ‘cerocerismo’ reinó hasta el final.

El equipo santaeulaliense saltó al terreno de juego con una línea de cinco defensas, al igual que en la vuelta contra el Alzira. Parecía que el primer objetivo era, por tanto, no encajar goles, a sabiendas de su valor doble en caso de empate final. Atrincherada atrás, la Peña pretendía hacer daño en acciones a balón parado o al contragolpe ante un conjunto blanquiazul que dominó más la posesión del balón pero sin profundidad alguna. De hecho, el cuadro malagueño ni siquiera llegó a chutar entre los tres palos, haciendo de Torres un mero espectador.

Rubén fue el primero en avisar con un remate de cabeza que se marchó fuera tras una falta lateral. Fue antes de que la tensión hiciera acto de presencia con un pequeño rifirrafe que se saldó con amarilla para Adrián y Moreno, además de la expulsión de Nacho Villodre, segundo técnico local.

El Malagueño necesitó casi media hora para aproximarse con peligro a la meta ibicenca. Fue Ontiveros el que probó fortuna con una jugada individual, pero su disparo lo abortó Navarro tirándose al suelo.

El primer lanzamiento entre los tres palos se produjo en el minuto 36 y tuvo a Bernal como protagonista. Fue en una falta lejana que lanzó directamente a las manos del portero malaguista, que en la recta final evitó que la Peña se marchara por delante en el marcador al detener un disparo de Javi en el interior del área.

Tras el descanso, después de dos acercamientos visitantes sin peligro, Piquero dispuso de la mejor oportunidad hasta entonces. Recibió el balón en largo para encarar al portero, pero disparó mansamente a sus manos.

A falta de poco menos de media hora para el final, Dani Mori dio entrada a su jugador más desequilibrante, Terán. El andaluz se marchó en la recta final una jugada marca de la casa, dejando atrás a varios contrarios hasta encontrar posición de tiro, pero chutó fuera cuando la grada cantaba gol. Anteriormente, el gaditano había asistido a Pando, que remató flojo y un defensa abortó el peligro.

El Malagueño poco se pareció al del primer tiempo. Había perdido la pelota y era la Peña la que jugaba con sentido. Los locales se lanzaron a por el gol de la victoria en la recta final, pero, primero, un zaguero evitó de chilena que Pau Pomar empujara la pelota en el segundo palo (85’) y, después, Navarro cabeceó fuera un córner ejecutado por Bernal al filo del último minuto. El marcador no sufrió cambios y Málaga dictaminará quién pasa a la tercera y última ronda. Las espadas están en todo lo alto.