FORMENTERA: 0

AT. BALEARS: 2

El Formentera se estrenó como local en Segunda B con una amarga derrota. El equipo rojinegro, que venía de ganar a la Peña Deportiva a domicilio en la primera jornada (1-0), cayó ayer ante su afición contra un Atlètic Balears que fue de más a menos y que, cuando más estaba siendo atosigado, sentenció el duelo en la recta final.

Un Xisco Hernández inconmensurable, que en dos acciones mató el encuentro, elaborando las dos acciones de gol y anotando el primero de penalti, resultó clave en el triunfo de los visitantes. El conjunto blanquiazul fue superior en la primera, pero no en la segunda, donde el cuadro de Tito García Sanjuán se pareció por momentos al que deslumbró al curso pasado. Pero la calidad se paga y, en eso, el Balears está por encima. Xisco y Aulestia marcaron la diferencia.

En la primera parte, el equipo rojinegro fue una sombra de su pasado. Se vio dominada por un ATB que proponía más fútbol. Si un calificativo podía definir la actitud del Balears, éste sería perseverancia. Siempre quiso, siempre buscó el área de Marcos y siempre lo hizo con fe. Es cierto que, en ocasiones, el plan no terminó con peligro, pero el tratado de intenciones funcionó muy bien en el primer tiempo. Rapidez, presión alta y posesión. Tres claves para tener el control del choque.

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Antes del descanso, una jugada de Fullana llegaba a la banda para que Xisco centrara al corazón del área y Kiko cometiera penalti con una mano claro. El colegiado no dudó, señaló la pena máxima y Xisco, una primera vez y una segunda, porque el árbitro ordenó repetir el lanzamiento, anotó el 0-1.

Tras la reanudación, el decorado cambió por completo y los equipos se intercambiaron los papeles. Atrapó el Formentera un par de minutos de juego directo que dejaron algo descolocado al cuadro de De la Morena. Un centro de Dailos con mucha intención dentro del área fue desbaratado por Aulestia, que se estiró con enorme acierto para adelantarse a Juan Antonio. Con el Formentera mejor plantado, los problemas crecieron para el Atlètic Balears. Uche tuvo que abandonar el terreno de juego por culpa de una dolencia previsiblemente muscular.

Transcurrían los minutos y el juego se equilibraba, aunque eran los locales quienes trataban de inclinar el campo a su favor. El ATB había perdido el control del partido, pero tiene bajo los palos a uno de los mejores porteros de la categoría y voló para salvar un gol cantado a cabezazo de Juan Antonio.

El Formentera pudo empatar, pero la fortuna se alió con el ATB. Juan Antonio se topó con el portero y el rechace le llegó a Dailos, quien, sin tiempo material para armar la pierna, se las apañó como pudo para rematar con la mala suerte de que el esférico se marchó al palo.

El choque moría y Tito García Sanjuán arriesgó al retirar un defensa, Bonilla, para dar entrada a un centrocampista ofensivo, Nando Quesada. El ATB estaba atrincherado, pero, entonces, apareció Xisco de nuevo para dibujar una jugada personal desde la frontal del área y dejar el balón de tacón a Gerard Oliva para que anotara el segundo y matara el partido. Fue un final cruel para un Formentera que hizo méritos para puntuar, pero que ya sabe cómo se las gastan en Segunda B.