Gordon Roper, Stefan, Dani Curreu, Heinz Kinigadner y Hannes Kinigadner presentando la edición de la carrera para Ibiza.

Ibiza acoge, por primera vez, la cuarta edición de la Wings for Life World Run que se celebrará el 6 de mayo de 2018. Para quien no lo sepa, se trata de la mayor carrera solidaria del planeta en la que miles de runners corren de manera simultánea en todo el mundo para recaudar fondos que permitan investigar sobre la cura de lesiones de médula espinal.

Independientemente del país, todos corren a la misma hora y con la peculiaridad de no tener que alcanzar el tan conocido arco de meta. El pistoletazo de salida es a las 13 horas y una vez los corredores lleven 30 minutos corriendo, un coche sale a ‘su caza’. Con una velocidad inicial de 15 km por hora, el coche irá acelerando paulatinamente hasta alcanzar a los deportistas que, en ese momento, darán por finalizada su carrera. Esa será su meta y no importa que se hayan recorrido 5 o 57 kilómetros. Ya han participado y han hecho lo más bonito: correr por quienes no pueden hacerlo.

Ibiza se suma a la causa y los corredores que se inscriban en la carrera también podrán aportar su granito de arena. Eso sí, aquí será diferente porque no habrá un coche físico por el gasto que supone para la organización, pero gracias a la App Wings for Life World para el smartphone, un sonido te avisará cuando el coche virtual te haya cogido el ritmo. «Estamos en el embrión de saber qué tipo de circuito hacemos en Ibiza para no estorbar mucho en un día que coincide con la celebración del Día de la Madre y la fiesta de Santa Eulària», explica Gordon Roper, gerente de KTM Ibiza y amigo de Heinz Kinigadner, expiloto profesional de motocross y uno de los fundadores de esta iniciativa.

Con esta carrera tan emotiva se quiere conseguir que la isla viva un fin de semana de «fiesta». Sus organizadores confían en que la marca Ibiza consiga atraer a numerosos corredores entre los que no faltarán atletas de elite del mundo del deporte. Uno de los participantes será el piloto ibicenco Dani Curreu, quien asegura ver el riesgo en su profesión cada día. «Hoy estás aquí, pero mañana tienes una mala caída y la vida te cambia», explica. Y es que, ¿quién nos asegura que no pueda pasarnos a nosotros?

Fundación

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre 250.000 y 500.000 personas sufren cada año en todo el mundo lesiones medulares. Hannes, hijo de Heinz Kinigadner, es una de ellas. Y es que en el 2003, cuando solo tenía 19 años, un trágico accidente en una carrera de motocross solidaria le dejó en silla de ruedas. A partir de este momento, Heinz Kinigadner y el fundador de Red Bull, Dietrich Mateschitz, se dieron cuenta de que las investigaciones para este tipo de lesiones cuentan con fondos insuficientes. «No se hace todo lo que podría hacerse porque si las grandes farmacéuticas no tienen un gran producto que puedan vender luego, no invierten dinero», explica Roper.

Así nació Wings for Life, una fundación sin ánimo de lucro para la investigación de lesiones de médula espinal cuyo objetivo es claro: encontrar una cura. Con diferentes iniciativas entre las que se encuentra la Wings for Life World Run ya han recaudado 6,8 millones de euroas que destinan a diferentes estudios. A la pregunta: ¿Cuánto dinero os hace falta?, la respuesta es directa: «Esto es un pozo sin fondo».

EL APUNTE

El 100% de los beneficios se destinan a investigación

Imagínate colgarte un dorsal y correr al mismo tiempo que otros 155.000 corredores de 189 nacionalidades diferentes. Eso es lo que pasó en la última edición de la Wings for Life World Run en la que se recorrieron 1.431.183 kilómetros para recaudar fondos.

Además, gracias a la App ya no hay excusa para no participar. Es gratuita, está disponible para dispositivos iOS y Android, te posibilita entrenar con ella para afrontar la carrera con mayores garantías y te permite descargar un certificado que acredite que has participado en esta carrera solidaria. Y es que es importante recalcar que el 100% de las cuotas de inscripción se destina a proyectos de investigación dirigidos a la curación de las lesiones de médula espinal. Además, todos los gastos administrativos del evento y de la Fundación son cubiertos, de manera desinteresada, por la empresa Red Bull. «Lo más bonito es que todo el mundo termina la carrera», cuenta Gordon Roper.

En el caso de esta carrera y, a diferencia de otras, los tiempos son lo de menos. «Es un acto impresionante que te pone los pelos de punta. Tú sabes que hay gente que no puede correr y tú te has puesto las zapatillas para hacerlo por ellos». La Fundación está involucrada en un total de 165 proyectos que destinan todos sus beneficios a buscar una cura que esperan alcanzar «lo antes posible».