Un instante del encuentro entre el Ebro y la Peña. | RUBÉN LOSADA | AFICIÓN

Adiós a Segunda División B. Eso fue lo que dijo ayer la Peña Deportiva de Santa Eulària tras salir derrotado del campo del Ebro por 2-1. El equipo de Dani Mori regresará a Tercera División la próxima temporada y lo hará por méritos propios. Y es que un conjunto que ha estado toda la temporada entre los tres últimos clasificados y que falla un penalti en el tiempo de descuento para sumar los tres puntos –por entonces iban 1-1–, lo cual le habría permitido aferrarse a la salvación en la última jornada, no es digno de un año más en la categoría de bronce del fútbol español. Tan doloroso como cierto. Al final, el fútbol pone a cada uno en su sitio y al cuadro santaeulariense le ha tocado vivir la peor parte del deporte rey: la de un descenso.

El encuentro se pudo poner de cara para los visitantes en el ecuador de este primer tiempo. Sin embargo, el gol de Pepe Bernal fue anulado por el árbitro ante el asombro de los de la Villa del Río. Poco después, los arlequinados, que enlazaban cuatro victorias consecutivas antes del pitido inicial, se adelantaron en el marcador por mediación de Javi Cabezas, que encontró un pasillo entre Pau Pomar y Borja Navarro para plantarse completamente solo ante Imanol y deshacer la igualada. En esa misma acción, Pau Cendrós no había estado acertado unos segundos antes por el costado izquierdo a la hora de cortar una jugada que acabó significando el gol de los aragoneses.

El Ebro pudo incluso aumentar su renta poco después, pero el palo se interpuso en el disparo a gol de David Mainz. Cuando todo hacía indicar que se llegaría con victoria mínima para los de La Almozara, los peñistas nivelaron el partido gracias a un penalti forzado por Salinas. En el minuto 43, Rueda asumió la responsabilidad cuando quedaban dos minutos para emprender rumbo a los vestuarios y no perdonó desde el punto fatídico. La Peña recuperaba así la esperanza.

SEGUNDA PARTE

Tras el descanso, la igualdad fue la tónica dominante. Ninguna de las dos escuadras era capaz de llegar al área con claridad. Emilio Larraz no tardó en mover el banquillo en busca de alguna solución y dio entrada a Iván por Teo en el minuto 58.

No cambió apenas el panorama de un encuentro que entraba a la recta final con dos equipos necesitados de la victoria. Los peñistas, para no decir adiós a la categoría y los arlequinados, para seguir optando al play off de ascenso. En ésas, el conjunto de Dani Mori sufrió un duro golpe con la expulsión de Manuel Salinas en el minuto 82. El delantero vio la segunda tarjeta amarilla en una acción polémica y muy protestada por el banquillo local.

A pesar de los pesares, lo cierto es que la Peña Deportiva tuvo en sus manos la victoria. El recién incorporado Gorriz fue objeto de penalti por un agarrón dentro del área y el árbitro no dudó en señalar el punto de los once metros. Sin Rueda, autor de la pena máxima anterior y que había sido sustituido por Núñez, ni Salinas, expulsado, Guille Andrés asumió la responsabilidad. El delantero decidió chutar al centro y el portero despejó la pelota con el pie para amargura de un cuadro peñista que veía escapar así sus opciones de salvación.

Para colmo de males, el Ebro, aprovechando el bajón anímico, se vino arriba y se las ingenió en el poco tiempo que quedaba de descuento para hacerse con la victoria. Javi Bolo, desde el área pequeña, fulminó la meta de Imanol después de un mal remate de Adri que se acabó convirtiendo en una asistencia. La Peña se marchó así directamente al infierno de la Tercera División.