Frente bermellón

Los últimos en llegar mantuvieron contacto con sus excompañeros, que les ayudaron para decantarse por el club unionista. «He recibido llamadas de compañeros que estaban aquí y hemos hablado del grupo y el club. Una parte de culpa la tienen ellos, que me convencieron. Tenía que saber cómo era el grupo», reconoció Ferran Giner.

Fran Grima no ocultó que fue uno de los que trató de convencerles para que ficharan por la entidad pitiusa: «Sabía que podían venir aquí y si venían iban a dar mucho al equipo. Siempre se les intenta convencer. En este club se está muy bien. Entonces, les dije que no tuvieran ninguna duda a la hora de firmar».

Bonilla comentó que el hecho de haber compartido ya vestuario con varios futbolistas siempre es un punto favorable: «Uno mira por sí mismo, pero si te llama un equipo y tienes el extra de que hay amigos ahí, pues es mucho más fácil. Estamos cinco exjugadores del Mallorca y hay gente que ha jugado en muy buenos equipos. Hay un buen proyecto y un buen equipo, y vamos a pelear cada partido para intentar estar lo más arriba posible». Sobre el vestuario, apuntó: «Es supercercano. Somos una familia y así es cómo al final se hacen los equipos y se pueden conseguir los objetivos».

En una línea similar se pronunció Rodado. «Hemos formado aquí un grupo espectacular. Estar con tres jugadores que ya conocían les ayuda a entrar en el equipo y a juntarse en esta familia. Espero que nos ayuden mucho».

Núñez calificó de «buenos profesionales y buena gente» a los últimos en llegar. «Nos van a venir bien para seguir creciendo», añadió.

El sueño de todos los aficionados es el ascenso. Aunque son palabras mayores, Grima recordó que se va a «intentar que se cumpla el mismo objetivo» que el del Mallorca el año pasado y «conseguir algo bonito». Giner también espera que «el año acabe igual que con el Mallorca y podamos ascender». Con el frente bermellón, el sueño es posible.