Adrián Ramos se lamenta de una acción perdida en el partido disputado en Can Misses contra el Llosetense. | Marcelo Sastre

El CD Ibiza cayó en uno de esos partidos en los que no se puede fallar. Un error de esos que se dicen que pueden costar ligas. La derrota contra el Sóller (2-0) no entraba en las quinielas y son los primeros puntos que se dejan los rojillos lejos de Can Misses en lo que va de año.

Desde el primer minuto se vio que ayer no iba a ser el día de los de Vila. A las primeras de cambio, Miquel Ramón adelantaba al Sóller. Con el partido cuesta arriba, los hombres de Puma empezaron a generar y fruto de ello llegó la ocasión más clara del partido. Terán desperdició un penalti en el minuto 36. La pena máxima pudo cambiar el partido, pero no fue así.

Tras el paso por vestuarios, nuevo jarro de agua fría para los ibicencos. Otra vez sin dar casi tiempo a los espectadores a sentarse, el Sóller volvía a marcar. 2-0 y una losa demasiado grande.

Los pitiusos lo intentaron y gozaron de ocasiones ante un Sóller que lo apostó todo a la defensa del resultado. El CD Ibiza fue un quiero y no puedo. Gozó de ocasiones, pero sin acierto. Las prisas afloraron y poco a poco el partido fue consumiéndose.

Al final 2-0 para un Sóller que mandó para dentro las dos únicas ocasiones que tuvo con cierto peligro. Todo lo contrario que los rojillos.

Con la derrota, el CD Ibiza pierde la oportunidad de colocarse quinto a dos puntos del tercero y el cuarto. Aún queda mucho camino por delante y cinco puntos es una distancia aún salvable, pero para ello no se pueden permitir más tropiezos inesperados.