La delegación ibicenca participante en el Campeonato de España de Edad Escolar con Bruno Prats, segundo por la derecha, con su medalla de oro.

El deporte ibicenco tiene una nueva joya. Un diamante con un futuro enorme por delante si sigue la progresión que lleva. Bruno Prats (27/08/2006) está sorprendiendo al mundo de la lucha olímpica con su precocidad y su capacidad. El niño de Sant Antoni se proclamó campeón de España en la categoría de -41 kilogramos en el campeonato de edad escolar celebrado en Torre del Llano (Jaén) este fin de semana. Lo más sorprendente es que Prats tiene 12 años, en agosto cumple 13, y se enfrentó a chicos de 15.

En su primera participación en un Campeonato de España, Prats regresó con el oro. Una medalla que no ha sido flor de un día, pues el joven luchador ha ganado todos los torneos en los que ha participado esta temporada, entre los que destacan el Torneo Internacional Challenge de Negrepelisse celebrado en Francia o la Copa de España.

Bruno fue uno de los cuatro jóvenes ibicencos que se desplazaron a la cita celebrada en tierras andaluzas para representar a las Balears. Junto a él, también participaron Justine Mulet, Marc Arias y Ioan Pacurar, consiguiendo los dos primeros sendas medallas de bronce, mientras que Pacurar finalizó en quinta posición.

Unos resultados, que sumados al oro de Prats, hablan muy bien del trabajo que se está haciendo en el Centro de Seguiment Esportiu, desde que comenzaron con el programa de lucha olímpica hace 10 años.

Precisamente Bruno Prats es la mayor representación del trabajo bien hecho. «Es un orgullo para nosotros porque estamos empezando a ver los frutos. Bruno comenzó con tres años y le hemos visto crecer, su progresión es la misma que la de este deporte en la isla», asegura el delegado insular José Manuel Julian.

El título nacional clasifica a Bruno para los próximos Juegos Mundiales Escolares que se celebrarán del 16 a 21 de Junio en Budapest. A esta especie de Juegos Olímpicos para niños, el portmanyí acudirá con el equipo nacional y los entrenadores de la selección, un detalle que genera un pequeño conflicto en la familia de Bruno.

Mylene, su madre, explica que le gustaría que pudise acudir a la cita con su entrenador Oleg Verebcean: «Es un niño y aunque vaya a estar con los técnicos de la selección, es gente que no conoce. Voy a intentar por todos los medios que Oleg pueda viajar, aunque sea para estar en la grada y que Bruno tenga el apoyo de una cara conocida».

Por eso mismo, ahora, la familia se embarcará en la búsqueda de unos patrocinadores que permitan que el técnico de origen moldavo pueda viajar junto a Bruno. «Por mi mente no pasa la posibilidad de que Bruno vaya a ir solo, tienen que ir los dos. Por un lado, porque es pequeño, y por otro, porque es gracias a Oleg que tiene este nivel. Es una manera de reconocer el trabajo que ha hecho como entrenador. Vamos a sacar el dinero de dónde sea», sentencia.

El alto nivel de Bruno también sorprende en su casa: «La verdad que no nos lo esperábamos. Normalmente cuando vas por primera vez a un campeonato te sueles llevar un batacazo y sirve para aprender. Llegar y ganar la primera vez, no es normal».

En cuanto al amor de Bruno por un deporte no tan popular, su madre explica que todo llegó por una exhibición que vio en el colegio cuando tenía tres años: «Estuvo con el: mamá lucha, mamá lucha, hasta que lo apunté. Desde entonces, aunque se le dan bien otros deportes, nunca me ha pedido cambiar».