Los jugadores del Portmany celebran el ascenso a Tercera División sobre el césped del Municipal.

Y catorce años después, la SD Portmany regresó a Tercera División. Así finalizó la bonita historia de fútbol que se vivió esta temporada en Sant Antoni. El conjunto rojo puso la guinda a su magnífica temporada con un sufrido ascenso ante el Rotlet Molinar (3-1) después de jugar más de 50 minutos con un jugador menos.

Sant Antoni se vistió de gala y el municipal registró un lleno para el partido más importante de los últimos años. Los futbolistas sabían lo que había en juego y salieron muy enchufados. Cada acción se vivía al límite. Roberto pudo adelantar a los locales en el minuto cinco con un disparo con poco ángulo.

La locura llegó a las gradas en el 15. Banana se anticipó a la mala salida del portero visitante y remató de cabeza para dar el primer pasito hacia el ascenso (1-0). El central volvió a ser el protagonista en la réplica de los mallorquines. Jordi se llevó un rebote con la cabeza y cuando el balón iba camino del empate, apareció Banana para salvar el tanto bajo palos.

Fabián tuvo el segundo de los locales en el ecuador de la primera mitad. José Luis puso el balón al corazón del área y el centrocampista obligó a hacer una gran parada al portero mallorquín que envío el balón a córner. En el saque de esquina se reclamó penalti por agarrón de Bote a Banana.

El partido entró en una fase de mucha igualdad con un Rotlet Molinar que buscaba el empate y con un equipo local que se desesperaba con el árbitro. Todo se torció en el 39. Niki vio la segunda amarilla y por tanto la roja por una falta que no ofrecía discusiones.
Muchos minutos por delante y con un jugador menos. El público se temía lo peor. No fue así. En el 45, volvió a aparecer Banana, héroe ayer, para rematar un centro de oro de Toni Rodríguez al fondo de las redes (2-0).

En el descuento aún hubo tiempo para que Hortal se luciese con una gran parada en un lanzamiento de falta a Turo. 2-0 en el luminoso y jugadores a vestuarios.

Resistencia
Nada más empezar la segunda parte, Roberto tuvo la sentencia en un mano a mano al que llegó forzado. La réplica, en la siguiente acción para que Hortal salvase también un uno contra uno.

Tras estas dos ocasiones clarísimas, en el 55 Bote recortó distancias al aprovechar un rechace para sorprender a Hortal. 2-1 y muchos minutos por delante. Comenzó entonces un ejercicio de resistencia tanto física como para el marcador. El calor apretaba y los calambres llegaban a las piernas de los jugadores.

En el 70, Curuné salvó bajo palos en un remate de cabeza a la salida de un córner. En el 75, Bote mandaba el balón a la madera. El sufrimiento desapareció en la siguiente acción. Toni Ramírez envió un balón filtrado que dejó rota a la defensa visitante y a Beñat solo para definir con calidad y cerrar el encuentro.

El tanto hizo mucho daño el Rotlet Molinar y el Portmany pudo hacer algún otro gol a la contra. Los jugadores mallorquines perdieron un poco los nervios en la recta final y, fruto de la impotencia, Bagano, que había entrado en la segunda parte, vio la tarjeta roja directa por una fea entrada. Fue la última acción destacable antes de que el árbitro hiciese sonar su silbato y a fiesta se desatase en Sant Antoni.

La SD Portmany regresa a Tercera División, lo hace después de una temporada perfecta en la que no ha perdido ni un solo partido.