José Luis Oltra, durante su charla ayer en el Centro Cultural de Jesús. | Toni Planells

José Luis Oltra (Valencia, 24/03/1969) fue ayer uno de los ponentes de las Jornadas de Tecnificación 2019 para entrenadores de fútbol y fútbol sala de Ibiza y Formentera. El técnico valenciano ofreció en el Centro Cultural de Jesús su charla ‘Desarrollo de un microciclo competitivo’. En la sesión de ayer también participaron Tito Ramallo, Jesús Cuadrado y Juan Carlos Perlado. Hoy en Can Misses tendrá lugar la parte práctica con Tito Ramallo y Henk ten Cate.

¿En qué consiste su charla?
—Bueno, lo primero es felicitar a los organizadores porque este tipo de iniciativas tienen mucho mérito y son muy importantes para la formación y para el entrenador que es inquieto. Yo he venido a hablar de cómo organizo una semana cuando estás en competición. No vengo a dar una receta, ni a sentar cátedra. Vengo a explicar como veo la preparación desde un punto de vista táctico. Habrá gente que coincida en muchas cosas y otros que discrepen.

Habla de la formación, supongo que hoy en día un entrenador tiene que estar continuamente aprendiendo.
—Sí, pero no solo el entrenador. El médico, el abogado... todo el mundo tiene que estar en constante aprendizaje. El entrenador pues más, porque cada vez hay más medios, se sacan nuevos métodos y esto te ayuda a formarte y a estar en constante evolución. Te obliga a pensar para organizar tus equipos, da igual que seas de fútbol profesional, de fútbol amateur o de fútbol base.

¿Cuáles son las principales características que debe tener un entrenador? ¿Son las mismas para el fútbol profesional que para el fútbol base?
—En esencia sí. Lo primero es tener una formación, una capacidad: entender y saber organizar para poder explicar. Tienes que saber trasladar a tu equipo lo que quieres. Hay matices que los diferencian, pero en ambos casos tienes que tener capacidad de liderazgo, capacidad de gestión. Un entrenador hace muchísimas cosas, no es solo el que pone la alineación y el que hace los cambios. También debe saber relacionarse. En el fútbol profesional las relaciones son mucho más amplías, está la afición, los medios de comunicación... En el fútbol base también debes ser un formador, alguien que, aunque el conductor sea el fútbol, enseñe valores. Al menos para mí, lo más importante es la formación. Todo lo contrario que el fútbol profesional donde solo vale ganar. Si el fútbol base estuviese mejor remunerado es lo que más nos gustaría a todos.

Habla del dinero, parece que en el fútbol actual es la gran época de los entrenadores con grandes contratos.
—Yo discrepo, pero es cierto. Sería como decir que estamos en el boom futbolístico, también es cierto, pero no es verdad. Es el boom para Cristiano, para Messi y para la élite. Para los entrenadores es igual, son los de la élite los que ganan tanto porque en el fútbol se mueve ese dinero. Luego en la base y en el fútbol profesional de nivel medio bajo no es tanto. Ganamos por encima de la media, yo me considero un privilegiado por trabajar en el fútbol, pero un entrenador en Segunda División o Segunda B no vive esa realidad.

El tener un entrenador top no garantiza el éxito. Se ha visto fracasar a muchos grandes proyectos.
—La línea entre éxito y fracaso es muy muy muy fina. Diría también que el fracaso es la gasolina del éxito y que hay muchos factores que influyen en el rendimiento. Los entrenadores tienen menos poder en estos factores del que pensamos. El fútbol es de los futbolistas. Los grandes entrenadores al igual que todos, hemos ganado y hemos perdido.

Lo que no cambia es que si los resultados no acompañan, es el entrenador el primero en irse.
—El otro día lo dijo muy bien Setién. Vamos a hacer que nuestros hijos crezcan sin valores y que piensen que lo único que importa es ganar. Y ganar, ganan pocos. Es muy complicado, vivimos una época difícil, sobre todo los entrenadores. La victoria tiene muchos padres, la derrota es huérfana y siempre se focaliza sobre el entrenador.

A nivel local, parece que Ibiza está viviendo un boom futbolístico con un proyecto como el de la UD Ibiza. No sé si a la península le llega algo desde aquí.
—Yo soy valenciano y conozco bien a Amadeo Salvo. Soy consciente también de que la Peña ha subido y a ver si puede mantenerse, que sería bueno para la isla. Ibiza no necesita mucha notoriedad porque ya es conocida, pero el fútbol siempre ayuda a expandir la marca. El caso de la UD Ibiza lo conozco un poco más. Han hecho un proyecto muy ambicioso y a ver si le acompañan los resultados. Es hora de tener un poco de calma y paciencia, pero se están haciendo las cosas muy bien y eso es bueno para la isla.

A nivel personal, ¿cuáles son los siguientes objetivos de Oltra?
—Entrenar. A mí me gusta entrenar. Ahora estoy sin equipo y me toca esperar, ver mucho fútbol, estar pendiente, formarme y estar con la familia. Y cuando me llame un proyecto que me parezca interesante... Lo mío es vocacional y hecho de menos estar en el campo.

La controversia del entrenador es que cuando a uno lo llaman es porque a un compañero le ha ido mal.
—Sí y a mí me ha pasado a la inversa. Es un mundo poco corporativo y es por esto. Nos llevamos bien, nos respetamos, pero realmente amigos en el mundo profesional es difícil. Parece que miras de reojo el puesto del otro y cuando vas a ver un partido de un entrenador que está en entredicho ya están pensando: mira el buitre este.