Mateo Sanz, posa pulgar en alto durante una prueba celebrada este año. | Sailing Energy

Mateo Sanz se ha quedado a un paso de cumplir las exigencias de la federación suiza para estar en los Juegos Olímpicos de Tokio. El windsurfista formenterense vive esta temporada con el objetivo de conseguir un billete para la cita nipona, algo que tiene que hacer por dos vías. Tiene que clasificar a Suiza, país para el que navega, y a su vez, al ser el único deportista que el país helvético tiene en esta disciplina, tiene que cumplir los requisitos puestos por la federación para que le permitan ir.

Dentro de estos últimos, se encontraba el de quedar entre los cinco primeros en el test olímpico que finalizó ayer. Sanz se quedó a un solo punto de la quinta plaza en el campo de regatas de Enoshima.

Sanz se clasificó para la Medal Race de la clase RS:X después haber tenido luces y sombras durante el resto de las jornadas. Ayer en la prueba de valor doble, fue cuarto y mejoró un puesto en la general, pasando a ser sexto con 77 puntos. Por delante de él se clasificaron el francés Goyard y el británico Squires con 76 y 75 puntos respecitavemente. El ganador de la prueba fue el chino Gao con 50 puntos.

Así pues, Mateo Sanz se quedó con la miel en los labios en este test olímpico y deberá esperar al Campeonato del Mundo que tendrá lugar en septiembre en el lago de Garda (Italia). Allí tendrá que clasificarse entre los ocho primeros si quiere conseguir la aprobación del comite olímpico suizo, además este top-8 le serviría también para clasificar a Suiza para los Juegos.

En Tokio la clase RS:X contará con 24 navegantes por los 36 que hubo en Río. Hasta la fecha ya se han clasificado 10 participantes en el Mundial de Aarhus y otros ocho sacarán el billete en lago italiano. Eso quiere decir que para que Suiza se clasifique como país no es necesario quedar entre los ocho primeros.

El problema que se encuentra Sanz es que si clasifica a su federación, pero no queda entre los ocho mejores, Suiza podría no dejarle participar al entender que no tiene opciones de diploma. Si se diera este posible, habría una mesa redonda en el que los técnicos decidirían si permitir que el pitiuso acuda o no a Tokio 2020. Esto son todo posibles, por lo que Sanz tiene su mirada fijada en el Campeonato del Mundo del Lago de Garda en el que buscará ese top-8 que le evite problemas.