Nacho pelea por el balón con el portero visitante en la acción que acabó significando el tercer tanto de los ibicencos. | Marcelo Sastre

Si le explicas a alguien que no haya visto el partido lo que pasó en Santa Eulària, no se lo cree. Así resumió el partido el entrenador del Celta B Jacobo Montes. Razón no le falta. Tampoco le faltaba a Raúl Casañ cuando dijo: «A ellos se les han aparecido la virgen y todos los apóstoles, pero nosotros hemos hecho para que se apareciesen».

La racha triunfal de la Peña se vio cortada de manera inverosímil en un partido que estaba ganado y en el que el triunfo visitante tiene más de error ibicenco que de acierto gallego. El duelo comenzó mal con un filial que se mostraba superior, así llegó el primer tanto. Los pitiusos que por primera vez iban por detrás en el marcador encontraron su juego y con su armas habituales se convirtieron en un vendaval que dio la vuelta al partido, 3-1 al descanso y la sensación de que subirían otros tres puntos al casillero.

Más aún cuando en el minuto 70 el Celta B se quedó con 10 y sin portero. Aunque el resultado se había recortado al 3-2, más de cara no podía estar el asunto. Fue entonces cuando ocurrió lo que nadie esperaba, lo que el señor Montes, gran beneficiado, calificó como «difícil de explicar». La Peña cometió varios errores groseros y en dos de ellos, llegaron los tantos visitantes que silenciaron Santa Eulària.

Casañ había apostado por un once de garantías, sin grandes experimentos, sabiendo que los jugadores que tiene están enchufados y que las cosas marchan bien. Así era hasta que llegó la relajación, la falta de intensidad o como quieran llamarlo. Lo mejor que puede hacer la Peña es aprender del error, pasar página y centrarse en lo que viene por delante.

La ‘Udé’ suma un punto

La UD Ibiza se encontró contra el Coruxo un partido pasado por agua y un campo pesado en el que ofreció una imagen que estuvo lejos de ser la ideal. El empate (0-0) fue un claro reflejo de lo que se vio sobre el terreno de juego, un encuentro en el que las ocasiones brillaron por su ausencia. Apenas un tiro de Rodado a los diez segundos de juego y poco más.

En cuanto al once, Alfaro apostó por primera vez esta temporada por poner a Kike López como lateral, dando así entrada a Raí en la zona de ataque. El cambio pasó prácticamente desapercibido en el juego, ya que a los celestes les costó mucho generar en ataque.

Se espera que el conjunto de Vila, con una plantilla de grandes prestaciones, sea capaz de crear mucho más peligro del que se vio en tierras gallegas. En el otro lado, con la excepción de la primera jornada, volvió a mostrar una gran solidez defensiva, algo que es clave si un equipo quiere soñar y pelear por todo.

La racha de tres victorias consecutivas se frenó, pero los de Pablo Alfaro elevan a cuatro los partidos sin perder, tres victorias y un empate, después de la derrota en Las Palmas. Como se suele decir, si ganan el domingo en Can Misses al Racing de Ferrol, el punto será bueno.

Una jornada menos para que acabe la liga y los dos equipos ibicencos siguen en puestos de play off, queda mucho, un camino muy largo, con muchas curvas, ni siquiera se ve el final del mismo, pero el inicio de temporada ofrece más luces que sombras.