Kike López y Rubén González posan juntos al término del entrenamiento de ayer de la UD Ibiza en el estadio de Can Misses. | TOMÁS SANCHEZ

La UD Ibiza se enfrenta este domingo (Can Misses, 12.00 horas) al Atlético Baleares con el liderato en juego. Se trata de un partido muy especial, pero sobre todo lo será para Kike López y Rubén González, jugadores que la temporada pasada defendieron la camiseta balearica. El primero lo hizo durante cuatro campañas y el segundo, una.

Kike López, que está alternando el puesto de lateral con el de extremo derecho este curso, no ocultó que «es un partido especial». «Cuando empiece el partido, lucharé por mis intereses y los del equipo. Cuando acabe, al Baleares le deseo lo mejor porque yo he estado maravillosamente allí cuatro años», explicó.

Rubén, que está rayando a un gran nivel y se ha convertido en un central prácticamente fijo, indicó al respecto que «el año pasado fue un año bonito en el que pudimos ganar la liga». «La experiencia quedó allí. Lo bonito es enfrentarse a los compañeros que tenía el año pasado. Eso sí que va a ser un poquito especial. Si tengo la posibilidad de estar en el campo, daré el cien por cien de mí para ayudar al Ibiza a ganar», señaló.

Sobre la posibilidad de hacerse con el liderato, el carrilero reconoció que llevan «persiguiéndolo varias semanas». Eso sí, delante habrá «un equipo en una dinámica muy buena». Por su parte, Rubén apuntó: «Ha coincidido así. Vamos a salir al campo a muerte con el Ibiza para intentar conseguir los tres puntos. ¿Cuál sería el premio? El liderato, pero queda mucha liga. En casa tenemos que hacernos fuertes y seguir ganando».

En cuanto al hecho que el conjunto blanquiazul esté en lo más alto a pesar de haber tenido que realizar varios cambios en el once titular, Kike afirmó que ellos «tienen una plantilla muy equilibrada, con jugadores de calidad y muy competitivos». «Ahí están los resultados», agregó. El central sí se mostró algo sorprendido con la plantilla del Baleares: «Me alegro por ellos. Sí que es verdad que no fue todo como uno quería. Al final, estamos aquí contentos tanto Kike como yo y felices dar todo por el Ibiza. El Baleares es verdad que, al principio, no se esperaba que estuviera arriba, pero está sacando buenos resultados. Es difícil hacerles gol y tiene unas cifras de goles a favor y en contra parecidas a las nuestras. Será un partido complicado, pero aquí en casa esperamos sacarlo adelante con la ayuda de la afición».

Ninguno de los dos se atrevió a pronosticar un resultado para el domingo. «No me atrevo. Sí puedo decir que el equipo va a salir con la misma intensidad. Este equipo siempre gana a base del trabajo que realiza durante 90 minutos. Casi siempre en las segundas partes hacemos goles aquí. Eso es porque, al final, hacemos que el contrario se canse mucho y es nuestra arma», dijo Kike López. Por su parte, Rubén González apuntó que «cualquier victoria, sea cual sea el resultado, será válido».