El peñista Fernando Andrada conduce el balón en el duelo que les enfrentó este fin de semana al Rayo Majadahonda. | Toni P.

La Peña ya no sorprende a nadie. Lo dijo el domingo en Santa Eulària el técnico majariego Julián Calero y es una realidad con la que coinciden la totalidad de los entrenadores de la categoría. Los ibicencos, con sus actuaciones, se han ganado el respeto de todos y se han destapado como un equipo capaz de jugarle de tú a tú a los mejores rivales del grupo.

Para medirse al Rayo Majadahonda, uno de los conjuntos llamados a pelear por el ascenso, Raúl Casañ sorprendió con su alineación. Recuperó para la portería a Seral que llevaba varias jornadas sin ir ni siquiera convocado. También volvió al once Abel que sustituyó a un Copete que llevaba jugados todos los minutos. En el centro del campo apostó por De Val tras su sanción. En la punta de ataque dejó por primera vez en el banquillo a Nacho y apostó por Higor en la titularidad. El técnico explicó que cuando salen las cosas mal, como en Canarias, hay que cambiar el once para que los jugadores con menos minutos sigan enchufados y puedan dar otra cara al equipo.

Los de Santa Eulària fueron mejores que los madrileños, pero en un encuentro con pocas ocasiones de gol, no estuvieron acertados. Fue el primer partido en el que no hubo goles en la Villa del Río, pero en frente había un rival de entidad.

Ahora, visitan al Sanse, último clasificado. Es cierto que a la Peña le está costando sacar sus partidos fuera de casa, pero quitando a los tres primeros, está en la media del resto de los equipos. La realidad es que un bloque hecho para mantener la categoría está rindiendo por encima de lo esperado, pero tampoco da señales que vaya a bajar su nivel. Es capaz de competir de tú a tú contra cualquier rival y si las lesiones y el mercado de invierno no trastocan la plantilla, es más que evidente que no pasarán ningún apuro en este año de regreso a Segunda División B.

Una victoria de prestigio

En Valdebebas, la UD Ibiza consiguió un importante triunfo ante el Real Madrid Castilla. El duelo, además, fue el primero en el que los celestes consiguen darle la vuelta al marcador. Es cierto que no han estado por detrás en demasiados encuentros.

La principal novedad de Alfaro para este encuentro fue la entrada de Pep Caballé en el once. El extremo no destaca por su desborde, pero sí ofrece otras cualidades que el domingo supo explotar a la perfección. El jugador menorquín logró un doblete que dio la vuelta al gol inicial de Fidalgo. El otro gran cambio estuvo en la portería donde Germán volvió a los palos en detrimento de Lucas.

En cuanto al juego, al igual que contra el Atlético de Madrid B, la Udé encajó un gol en los primeros compases del encuentro, un aspecto que Pablo Alfaro debe controlar porque sería preocupante que se repitiese. En esa misma línea, los celestes encadenaron su cuarto partido consecutivo encajando gol después de haber estado otros cuatro sin encajar. También están teniendo problemas para ver portería los delanteros del equipo. Después de un buen inicio, son ya cuatro los partidos en los que Rodado y Mendoza.

Pese a todos estos debes, la realidad es que los celestes consiguieron un importante triunfo que permite romper una racha de tres partidos sin ganar y que les aúpa al tercer puesto de la tabla.