El técnico peñista Leo Álvarez posa en la grada del pabellón de Santa Eulària.

La Peña Deportiva de balonmano, que debutará esta temporada en Primera Nacional, lleva ya un mes a las órdenes de Leo Álvarez. El técnico, que llega procedente del Zamora de División de Honor Plata, sabe que hay mucho trabajo por delante y está a la espera de una última incorporación para cerrar la plantilla.

Pese a que ya son varios días los que los peñistas llevan entrenando, todavía falta mucho camino por recorrer, según el míster. «Estamos casi empezando, porque, aunque llevemos un mes, entre que no ha venido toda la gente y que hay gente que trabaja de temporada en verano, no pudimos hacer mucho. Hemos entrenado mucho físico. Con los problemas del coronavirus, al principio lo hicimos sin contacto y, por ser un equipo de categoría nacional, ahora ya podemos, pero estamos empezando como quien dice», indicó el míster.

Álvarez ve «bien físicamente» a los jugadores, si bien «los que no tienen experiencia en Primera Nacional están acoplándose a mí y yo a ellos. Físicamente están bien. Quizá faltan muchos conceptos a nivel técnico y táctico».

El debut se producirá el 3 de octubre en casa contra el Elche, un partido «difícil, porque habrá muchos nervios y ganas de competir». «Nos va a resultar bastante difícil acoplarnos a la competición, pero también hay bastante ilusión. Ellos están ilusionados y yo también», dijo.

Leo considera que «el objetivo va a ser competir, al menos los partidos en casa». En cuanto a la meta de la salvación, opinó que «va a ser complicado lograrla, pero si logramos hacer un buen conjunto que trabaje unido pues podemos conseguirlo».
Y para que sea más factible, el club está pendiente de una nueva incorporación. El técnico avanzó que están «pendientes de un fichaje catalán, que se le ve ilusionado y está pendiente de arreglar unos temas de estudio». «Si no se diera, nos pondríamos a buscar otro», agregó.