La ibicenca Desirée Planells posa con la ejecución de una patada en el club Budoka de Ibiza. | ARCHIVO

Desirée Planells ha accedido al Centro de Alto Rendimiento de Salamanca de kickboxing, avalado por el Consejo Superior de Deportes. La ibicenca aparcará unos años la isla de Ibiza para entrenarse en tierras salmantinas al tiempo que estudia Medicina, principal motivo de su marcha.

Desi, medallista de bronce en el Campeonato de Europa júnior de 2019, es la gran referente del kickboxing insular. Su currículum la avala, con una decena de títulos nacionales en su haber. Su marcha supone poner fin a un total de 12 años consecutivos en el club Budoka. Falta por saber si seguirá ligada a la Federación Balear o si tramitará la licencia única a través de la región de Castilla y León para participar en las competiciones que allí se desarrollen.

Planells, en su emotiva carta de despedida, quiso «dar las gracias a Juan José Roig», presidente de la Federación Balear. «En mis principios, él fue el que le dijo a mi padre que yo tenía cualidades para pelear, así que decidimos hacerle caso y fue desde ahí que empecé a competir y a luchar por conseguir ganar el Campeonato de España, en el que a día de hoy he logrado diez medallas de oro», expuso.

Desirée sigue manteniendo vivo su sueño de «ser campeona del mundo, como le dije en su momento a mi entrenador David Serra». «Él me ha acompañado en todo momento y me ha enseñado muchísimas cosas a lo largo de mi vida en el centro deportivo Budoka. David me ha visto llorar, reír, estar muerta de nervios antes de pelear... Siempre ha estado a mi lado apoyándome. Uno de los momentos más bonitos que he pasado con él fue la primera vez que gané el Campeonato de España. Cuando el árbitro me levantó la mano haciendo ver que había ganado, fui corriendo y salté encima de David», relató la luchadora, que también quiso dar gracias a la secretaria de la Federación Balear y del club Budoka, Elena, a la que considera «imprescindible» por su preocupación constante para que «todo el papeleo estuviese correcto».

Planells extrañará la que ha sido su casa porque, junto al resto de compañeros y amigos, allí formó «una gran familia». «Creo que he tenido suerte de la gente que me rodea. Hablo de mis amigos y, sobre todo, de mi familia, que me ha tenido que soportar. Mis familiares me han apoyado siempre y han hecho lo posible para que siga compitiendo y mejorando día a día», continuó la ibicenca, que siempre tendrá palabras de agradecimiento para su padre, por haberla «introducido en el mundo de las artes marciales», y madre, por animarla siempre «a continuar con más fuerza».

La medallista continental valora su etapa en el Budoka, su «segunda casa». «Empecé entrenando ahí a los seis años hasta ahora, que tengo 18. He pasado horas y horas de entreno. Cuando el día me había ido mal o el día me había ido bien, acababa yendo al mismo sitio, donde me olvidaba de todo y salía con ganas de volver a entrenar», expuso. Eso sí, allí sigue su hermana: «Espero que siga entrenando, mejorando día a día y, sobre todo, disfrutando del kickboxing, de la Federación Balear y del Budoka tanto como lo he hecho yo», sentenció.

«Seguiremos haciendo cantera»

Juan José Roig, presidente de la Federación Balear, desea lo mejor para Desirée Planells, que, como prácticamente todos los deportistas brillantes de la isla, tiene que emigrar por motivos de estudio. «Esto siempre pasa. Nosotros intentamos llevar a los deportistas lo más alto que no es posible y, cuando están a punto de caramelo y consiguiendo títulos nacionales, se nos van porque tienen que estudiar fuera. Aquí, en Ibiza, no tenemos oferta de estudios para que se queden, así que aceptamos con pena esta situación. De todas formas, aquí seguimos haciendo cantera y habrá más hornadas de gente que también se irá. Nosotros nos dedicamos a rehacer el trabajo y empezar de nuevo», expuso.