Inés Juan Altamira (Ibiza, 30-041994) logró con el Logroñés la clasificación para la final de la Copa de la Reina, cita que se celebrará en Málaga el próximo mes de febrero con el FC Barcelona como adversario. La ibicenca, titular contra el Athletic en semis y autora de uno de los goles de la tanda de penaltis –el partido había acabado sin goles y se saldó con un 3-1 paras las riojanas en los lanzamientos desde el punto de 11 metros–, sólo piensa en volver a disfrutar del fútbol tras dejar atrás ocho años en la Ciudad Condal.

—¿Sigue todavía la euforia por la clasificación?
—Pues un poco sí, pero la verdad es que ahora mismo estoy un poco agotada después de estos dos días y todas las emociones que hemos vivido.

—¿Lo de tirar el primer penalti fue idea de usted u orden del míster?
—Llevábamos toda la pretemporada haciendo tandas de penaltis tras los amistosos por si se daba la situación en esta semifinal y yo había estado lanzando en todas en primer lugar. En las ‘semis’, me encontré muy bien, con mucha confianza, y tenía claro que quería lanzar. El entrenador también quería que lanzara y no hubo mucho que pensar.

—¿Cuál era el nivel de tensión desde el momento que cogió la pelota hasta que lanzó?
—Pues, cuando caminaba hacia el punto de penalti, me preguntaba quién me mandaría a mí tirar el primer penalti para meternos en una final (risas), pero tenía claro que iba a meter y que, si lo hacía, nos íbamos a clasificar. Sabía que nuestra portera iba a parar, como mínimo, uno o dos. Ya llevábamos viéndolo en muchas tandas y sabía que lo podía hacer. Lo lancé con confianza y en el momento del gol sabía que ya teníamos muchas papeletas para poder llegar a la final.

—Tuvo que ser una auténtica explosión de alegría ese vestuario tras el partido.
—Sí, porque, al final, no deja de ser el tercer año del equipo en Primera División y es algo muy grande disputar una semifinal de Copa. Tanto el club como el staff técnico tenían mucha ilusión depositada en este partido y nos lo supieron transmitir muy bien, sobre todo a la gente que llegamos nueva y que no habíamos vivido el proceso del año pasado. Fue muy emocionante. Cuando metimos el último penalti, ver a los utilleros y a toda la gente que compone el staff en lágrimas fue un momento muy bonito.

—Resulta curioso que usted aspire a ganar un título en el que anteriormente había caído defendiendo al Espanyol en esta misma edición, ¿no?
—Sabemos que estamos viviendo una situación un poco excepcional. Si quieren reanudar las competiciones del año pasado, pues no te queda otra que tirar con este formato. El mercado se mueve y los equipos no pueden jugar con las plantillas de la temporada pasada. También lo hemos visto en la Champions femenina. Es la única manera de poder hacerlo.

—La final, contra el Barça. ¿Complicado, muy complicado, imposible…?
—Todos conocemos el nivel del Barça. Es un gran equipo, de los mejores de Europa, pero, al final, es un partido único y un momento irrepetible. Cada vez más estamos viendo que en el fútbol puede pasar cualquier cosa. Es un buen equipo, un muy buen equipo, pero está compuesto por mortales como el resto.

—Con su pasado perico, más ganas que usted no tiene nadie de ganar esa final, ¿no? —Sí, aunque yo ya me he enfrentado varias veces al Barcelona. Tengo ganas como contra cualquier equipo. Por suerte, también tengo buenas amigas allí.

—¿Cómo está siendo su adaptación al equipo y la ciudad?
—De primeras, pensaba que me costaría más el cambio de venir de una ciudad como Barcelona porque llevaba ocho años viviendo allí, pero estoy muy contenta porque me han acogido muy bien. La gente tiene un carácter cercano y abierto. Todos me han puesto muchas facilidades y estoy muy contenta y feliz de poder estar aquí.

—¿Qué diferencias nota con respecto al Espanyol? —Es un equipo muy familiar, pero también muy profesional. Tiene unos objetivos muy claros.

—¿Puede ser este un año para consagrarse y hacerse un nombre más grande en Primera?
—Puede ser un año para volver a disfrutar. Cerré una etapa en el Espanyol en la que, deportivamente, nunca acababa de disfrutar, porque tuvimos bastantes temporadas malas en las que peleábamos por evitar el descenso. Creo que es una campaña para quitarme presión, presión que vivía en un club como el Espanyol y más siendo una de las capitanas. Quiero recuperar mi mayor nivel y, sobre todo, disfrutar. Me apetece mucho saborear todo y volver a tener claro que me gusta jugar al fútbol.

—¿Qué objetivos se ha marcado a nivel individual y colectivo?
—A nivel de equipo, el club está siendo ambicioso. Se ve con los fichajes que ha realizado. Ha hecho una gran inversión y una gran apuesta. La línea a seguir tiene que ser la de mejorar los resultados que se hicieron la temporada pasada.

—¿Sueña aún con la selección española?
—Todos sabemos que es muy difícil y más actualmente, porque la verdad es que en España hay un nivelazo, por suerte, y mi posición está muy bien cubierta, pero por soñar que no quede. Inés Juan, sonriente tras superar al Athletic Club en las semifinales de la Copa de la Reina. «Es una temporada para volver a disfrutar»