El pivote gallego Daniel Bernárdez, perteneciente a la UD Ibiza-HC Eivissa, posa en el Parque de la Paz. | DANIEL ESPINOSA

Daniel Bernárdez (Vigo, 09-05-1997) es uno de los fichajes realizados por la UD Ibiza-HC Eivissa hace dos veranos y que tan buen rendimiento está ofreciendo en la primera temporada del equipo ibicenco en División de Honor Plata masculina. El gallego brilló especialmente el fin de semana en la victoria de los suyos contra el Bordils (29-26), encuentro en el que fue el máximo anotador local con seis dianas.

—Su equipo va tercero en la octava jornada y enlaza tres victorias consecutivas. Poca broma.
—Bueno, la verdad es que se está poniendo bien la cosa. Se puso un poco fea hace tres jornadas, pero dimos la cara y, con tres victorias seguidas, ahora estamos más tranquilos.

—¿Esperaban ofrecer este rendimiento antes de comenzar la temporada?
—Era una incógnita por el tema del coronavirus, que cambió bastante la liga, y ser un equipo nuevo, pero yo estaba seguro de que íbamos a competir. Es verdad que no esperaba que fuésemos terceros ahora, pero confiaba en que nos podía ir muy bien. No era lo esperado ir en la tercera plaza.

—Supongo que tampoco hay que lanzar las campanas al vuelo porque el penúltimo no anda muy lejos, a cuatro puntos.
—Se ha demostrado a lo largo de la liga que ni el último es tan malo ni el primero es tan bueno. Al final, creo que hay que competir todos los partidos. En esta liga, cualquiera te puede dar un susto.

—En el último partido, usted fue el principal protagonista. Parece que no le da miedo asumir la responsabilidad.
—Es para lo que estamos aquí. Es verdad que me vino todo de cara el otro día. Me sentía muy cómodo y me salieron bien las cosas.

—Hubo un momento en que llegaron a marcarle tres rivales que incluso cayeron encima de usted. Parecía aquello un combate de Royal Rumble. No sé si piensa que hubo demasiada permisibilidad arbitral.
—En mi opinión, permitieron demasiado, pero tampoco es fácil su trabajo. Cada vez que recibía el balón me iba calentito (risas).

—A nivel personal, ¿esperaba dar este nivel en la categoría?
—La verdad es que no sabría qué decirte. Tengo confianza en mí mismo por ahora y estoy muy contento por cómo salen las cosas. Ahora toca seguir trabajando porque no hemos hecho nada.

—¿Qué sensaciones tiene de cara al futuro del equipo en la competición?
—Nuestro peor enemigo sería relajarnos. Tenemos talento para competir contra cualquiera y lo que más nos podría pesar sería relajarnos, creer que ya hemos hecho algo sin haber hecho nada.

—Y, ahora, a por el Teucro.
—Sí. Yo jugué ahí, así que tengo un extra de motivación. Ya veremos cómo se nos da el partido.