Una acción del único partido disputado esta campaña por la UD Ibiza Rugby, en diciembre contra el Ponent en Can Misses. | Marcelo Sastre

Cuando parecía verse algo de luz al final del túnel, la oscuridad vuelve a aparecer en el futuro más inmediato de la UD Ibiza Rugby. Tal y como ha transcurrido la temporada en la Liga Balear, con solamente una jornada disputada, el equipo celeste se ve en la tesitura de desconocer si opta a algún premio al término del presente curso en caso de que se pueda finalizar la campaña. En principio, este domingo visita a La Unión, aunque el conjunto ibicenco se mantiene a la espera de confirmación por parte del Govern, pero el problema es que juega sin saber si habrá fase de ascenso.

Así las cosas, no es de extrañar que Alexandre Doury, presidente del club, afirme que «la temporada está casi perdida». «No está perdida del todo porque hemos empezado de cero con las chicas, con 15 fichas tramitadas, y han venido varios jugadores jóvenes al primer equipo. Además, tenemos un montón de niños. Y eso que nos hacen entrenar en el campo de fútbol sala de Can Misses», explicó el directivo.

Lo que está claro es que el primer equipo se está viendo perjudicado deportivamente por la crisis de la COVID-19. «La liga va a terminar tarde y creo que no van a permitirse ascensos. Terminará a finales de mayo y, en caso de que este fin de semana no jugáramos y se tuviera que aplazar, nos iríamos a junio. Ya en Francia, en categorías profesionales, no hubo ascensos por ejemplo», expuso el mandamás de la UD Ibiza Rugby.

Además, la competición balear tiene ahora una dificultad añadida. «En División de Honor B se ha dejado de jugar y los jugadores pueden jugar ahora en la Liga Balear. Algunos vuelven al Toro o a La Unión, pero es algo que ya sabíamos», indicó Doury al respecto.
Es bastante probable que los unionistas se encuentren, por tanto, con un rival más potente de lo esperado a estas alturas en el duelo que, en teoría, debe celebrarse este domingo y que ya ha traído algún que otro quebradero de cabeza al club. No en vano, la plantilla no podrá desplazarse en avión y deberá viajar en barco en la madrugada del sábado al domingo y regresar el lunes.

El presidente de la UD Ibiza Rugby comentó que «los billetes hay que solicitarlos 15 días hábiles antes del viaje, pero, como hemos tenido que cambiar dos o tres veces el calendario y estaba la Semana Santa de por medio, pues no se ha podido gestionar a tiempo». Ahora sólo queda esperar que el partido se celebre y se produzca una victoria para que todo quede en una anécdota.