Ionela Clara y Borja Rodríguez triunfan en una exitosa 21K de Formentera

El ganador firmó un tiempo de 1h10’23», superando en la meta a Andreu Marimón, que ha entrado a 36 segundos. El podio masculino lo completó Toni Gran, con una marca de 1h13’35». En féminas, la ganadora invirtió 1h27’56» en recorrer los 21 kilómetros de recorrido desde el Faro de la Mola y al puerto de la Savina, donde estaba situada la meta. Isabel Parra fue la segunda clasificada, con un tiempo de 1h29’35» y tercera, Elena Sánchez, con una marca de 1h30’10».

En cuanto al desarrollo de la prueba, las condiciones exigentes para los corredores debido a un intenso calor hicieron que pronto se formase un grupo en cabeza. Rodríguez ponía una marcha que iba descolgando a todos sus rivales y en el paso por el kilómetro 10 ya se había marchado en solitario. Por detrás, Andreu Marimón fue de menos a más, aproximándose a Rodríguez, pero sin llegar a alcanzarle.

En féminas, la rumana Ionela Clara apostó por una carrera inteligente, dosificando esfuerzos en los primeros kilómetros, en los que la protagonista fue sido Judit Pujol, primera en el paso por el kilómetro 10. Pero a partir de ahí, la ganadora aceleró y fue superando rivales hasta colocarse en primera posición a partir del kilómetro 14.

La prueba corta

A la misma hora que la media maratón se daba también la salida a la carrera de los ocho kilómetros entre Sant Ferran y La Savina, en la que repitieron triunfo los ganadores de la edición de 2021, celebrada entonces en el mes de octubre. Diego Martínez marcó un tiempo de 28’15» en la meta, por delante de Toni Ques (28’38») y Llorenç Vidal (28’58»). En féminas, Roser Mañosa volvió a demostrar su superioridad en esta distancia y se impuso con un tiempo de 33’03» a Cristina García (34’26») y Natalia Fernández (35’05»).

Por último, cabe señalar que varios atletas se quejaron por la falta de agua en los avituallamientos y en la línea de meta, un error que la propia organización reconoció y por el que pidió disculpas públicas. Los organizadores explicaron que el calor produjo una mayor demanda de agua por parte de los atletas, a lo que se sumó «un error de cálculo» en el número de envases reutilizables en los que se ofrecía el agua.