El encuentro comenzó de manera eléctrica. Dos balones al palo en los dos primeros minutos hacían presagiar un duelo con bastantes goles. De hecho, en el periodo inicial se vieron ocho, cuatro para cada equipo. Nene, tras una preciosa combinación con Aarón, abrió la lata a los tres minutos, pero Palomo empató poco después tras una acción de saque de banda muy protestada por los locales. No en vano, debía haber sido el balón para ellos.
Ni un minuto necesitaron los locales para adelantarse de nuevo. Juanan inició la jugada con una buena parada, Carlos prolongó la acción y Aarón, tras un recorte sublime, fusiló la portería para subir el 2-1 a los siete minutos.
El Grupo Osa niveló la contienda pasado el ecuador de este primer acto, pero Blanco, solo ante el portero tras un gran pase de Aarón, hizo el 3-2 al cuarto de hora de juego. Los dos últimos minutos fueron de infarto. Los visitantes se pusieron por delante por primera vez a falta de 47 segundos tras las dianas de Pedro y Marco. Encima, Palomo dispuso de un doble penalti poco después, pero Juanan lo detuvo, lanzó la contra y Sebas le regaló el 4-4 a Blanco a falta de 17 segundos para el descanso.
La eliminatoria estaba en el aire, pero se presagiaba una segunda parte muy distinta a la anterior por el sobresfuerzo físico de un Cedé con tan solamente un recambio en el banquillo. La efectividad de los mallorquines comenzó a decantar la balanza a su favor. Dos tantos en siete minutos suponían la primera ‘gran’ diferencia del duelo.
El equipo de Dani González reclamó una mano dentro del área en el 28 que podía meterles de lleno en la pelea, pero los árbitros no lo consideraron así. A la media hora, Rober puso aún más tierra de por medio tras una acción individual.
Mientras los mallorquines explotaban su banquillo, los locales estaban cada vez más tocados física y psíquicamente. Con todo, el CD Ibiza no bajó los brazos. Lo tenía todo en contra y más que se le puso cuando Aarón, posiblemente el mejor del choque, se tuvo que retirar lesionado en el minuto 33.
Los pitiusos no arrojaron la toalla. Ya sin cambios en el banquillo, los únicos cinco jugadores disponibles tiraron de casta y corazón para ponerse a tiro de uno con algo más de minuto y medio por delante gracias a los goles de Blanco y Carlos. Los locales buscaron una última oportunidad para forzar los penaltis, pero no la tuvieron y quedaron apeados de la Copa de Tercera. Eso sí, con la cabeza alta.
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