Paco Jémez en el banquillo de Can Misses.

«Creo que es un momento por un lado triste y por otro de felicidad por lo que han sido estos jugadores en el club. Todas las despedidas son difíciles, pero deben estar orgullosos». Paco Jémez comenzó su rueda de prensa alabando las figuras de Javi Lara y David Morillas, de los que destacó su calidad humana.

El técnico celeste se mostró muy satisfecho por la imagen que había dado su equipo con uno menos y ante un rival como el Valladolid: «Me siento muy orgulloso de ser entrenador de la UD Ibiza porque he visto un    equipo que pese a estar 0-2 y con uno menos nunca le perdió la cara al partido. Para mí ha sido casi emotivo ver al equipo pelear. Es uno de esos días en lo que hemos sido capaces de demostrar que somos un buen equipo. Hay veces que pierdes y, sin embargo, ganas. Es de estos días. Yo valoro mucho estas derrotas que te hacen crecer».

Al ser cuestionado sobre si en algún momento había pensado que quizás fuese su último partido en Can Misses, dijo que no, pero aprovechó para despedirse «por lo que pueda pasar». «Me gustaría dar las gracias no solo a la afición, que ha sido una de las piezas fundamentales para hacer esta temporada. También a todos los trabajadores del club que nos han tratado con mucho cariño. A los jugadores, por su puesto. Ha sido una experiencia fantástica. Estoy convencido de que no me he equivocado al venir aquí. Ha sido un placer estar en este club y me llevo muchísimas cosas. Si renuevo, pues vendré otra vez», señaló.