El Ibiza Rugby jugó la semana pasada su último partido con la camiseta celeste. | Daniel Espinosa

El Ibiza Rugby y la UD Ibiza separan sus caminos. Tras dos años de patrocinio el deporte del oval decide salirse del paraguas celeste y volver a sus orígenes. El rojo y negro volverá a ser el color del XV de la Lagartija que inicia una nueva etapa sin la tutela de la entidad presidida por Amadeo Salvo. Ayer estaba previsto que el Ibiza Rugby notificase a la Udé esta decisión. De hecho, la semana pasada jugaron por última vez con la camiseta celeste el partido amistoso contra el equipo norirlandés del Limavady Rugby Club.

El rugby se tendrá que reinventar y fuentes del club señalan que la viabilidad de este deporte en la isla vuelve a correr peligro. Sin un campo en el que jugar y sin sponsor se aventura un verano largo en el que tocará buscar las dos cosas. Lo principal es un nuevo patrocinador que ayude al Ibiza Rugby en una nueva aventura en la Liga Balear, donde en las últimas temporadas han sido un equipo destacado. La cantera del rugby está en pleno crecimiento y ya han llegado a Sant Josep, donde esta temporada se inicia una nueva escuelita. Los municipios de la isla ya cuentan con sus propios clubes que confluyen en el Ibiza Rugby, que esta temporada tendrá el equipo sénior, un equipo femenino y otro de categorías inferiores.

La base se está cimentando y cada vez es más fuerte, pero el primer equipo vuelve a necesitar un patrocinador que les asegure su viabilidad para comprar el material y ayudar con los viajes. También necesitan la ayuda de las instituciones. Saben que salirse del paraguas de la UD Ibiza es un riesgo económicamente hablando, pero una serie de diferencias les han llevado a tomar esta decisión.

Sin campo

El rugby también se encuentra este verano con el problema de la búsqueda de un campo. Tras la construcción del campo de fútbol en el interior de la pista de atletismo, el deporte del oval se vio obligado a buscar una nueva casa para evitar dañar el nuevo césped. Encontró la posibilidad de alquilar los terrenos colindantes a Carnes March, donde se encargaron de construir un nuevo campo en el que pudieron jugar sus partidos. Fue así hasta el tramo final de la temporada en el que se vieron obligados a abandonar dichos terrenos y jugar los dos últimos encuentros ligueros en Sant Carles.

Ahora, todo hace indicar que jugarán la próxima temporada en el campo de fútbol de Sant Josep, donde disputaron en el mencionado partido amistoso contra el Limavady. Las conversaciones con el Ayuntamiento de Vila están siendo fluidas en los últimos tiempo, según reconocen desde el club, y el Consistorio estaría negociando con Sant Josep para facilitarles una instalación en la que jugar.

La principal preocupación que tiene el Ibiza Rugby está en el tema de los horarios y la disponibilidad para jugar y entrenar con sus diferentes equipos. Unas dudas que les llevan a seguir explorando otras posibilidades para poder tener un campo de cara al futuro.