Los pupilos de Manolo González no tardaron en adelantarse en el marcador. Ton Ripoll se marcó una bella acción individual y puso una asistencia maravillosa entre líneas para que Chema Moreno, solo contra el portero, estrenara el tanteador.
Los catalanes se encontraron con un gol en contra prácticamente recién bajados del autobús. Trataron de reaccionar, pero con más corazón que cabeza. David Jiménez y Morales probaron de cabeza y Emilio Lucas, de lejos, pero sin suerte. David Jiménez tuvo la mejor en una falta directa que abortó bien Edu Frías.
La efectividad de los de la Villa del Río marcó la diferencia. Pasada la media hora de juego, Robert aprovechó un rechace del portero tras un lanzamiento de falta de Roger para marcar el 2-0. Fue un jarro de agua fría para el Terrassa, que incluso estuvo cerca de encajar el tercero en un disparo de Barrero que rozó la cruceta.
La segunda mitad se inició con una batalla física y pocas ideas en ataque. Sin embargo, el cuadro visitante tuvo cierta fortuna en el 58 en un disparo de Jordi Cano que supuso el 2-1. El equipo catalán se metía así en el partido. De hecho, mejoró su rendimiento notablemente y los puntos empezaban a peligrar en Santa Eulària.
Cuando más peligro creaba el Terrassa, un grave error le dejó con uno menos en el 73. Spartalis derribó a Christian cuando este enfilaba la portería rival. Ahí se redujeron las opciones catalanas de puntuar en Santa Eulària, que desaparecieron por completo cuatro minutos después tras firmar Fraile el definitivo 3-1 con un remate en el interior del área.
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