Carles Flores habla con su banquillo durante un partido de esta temporada. | Arguiñe Escandón

En Sant Antoni se respira baloncesto. El crecimiento del Class Bàsquet Sant Antoni es una realidad. En dos años en LEB Plata, el equipo se ha consolidado como uno de los mejores de la categoría y desde el club no ocultan su ambición a soñar con todo. Así lo refleja el entrenador Carles Flores que tiene claro que se han ganado en la pista el derecho a pelear por acabar el curso como campeones del grupo Este. Eso sí, siempre desde la humildad y el trabajo.

Tras un debut ilusionante en la categoría el curso pasado, este era el de la confirmación. Desde un primer momento se habló de conseguir la permanencia cuanto antes y se evitaba hablar de objetivos más grandes. «Siempre hemos intentado ser lo más cautelosos posible. Sobre todo en el inicio porque todos los equipos se refuerzan y quieren crecer y entrar en el playoff. Entonces intentas ser cauto y ver dónde te coloca la liga», explica Flores.

En ese sentido, continúa: «Siempre hemos tenido claro que el objetivo principal era asegurar la permanencia lo más rápido posible para luego permitirnos el lujo de llegar al playoff de la mejor manera. Creo que la experiencia de la temporada pasada nos ha ayudado a tomarnos las cosas con más tranquilidad, teniendo en cuenta que lo que queremos es llegar al playoff con el equipo al 100 % a nivel competitivo y mental. La temporada nos faltó ese punto de frescura».

Para el técnico catalán su equipo tiene nivel para acabar entre los cuatro primeros y lograr el factor cancha en el playoff, dónde el objetivo sería pasar la primera ronda y soñar con todo. «Tenemos un equipo muy competitivo que seguro que afronta el reto con mucha ilusión», afirma.

Disputar el liderato

Eso sí, no oculta que no esperaba poder estar a estas alturas peleando por el primer puesto con una victoria de desventaja sobre el Menorca y el Prat: «Mentiría si dijese que sí. Hay proyectos que estaban mucho más diseñados para dominar nuestra liga. Nosotros somos un proyecto bastante nuevo que año a año estamos creciendo. Aún así nos encontramos en una situación en la que el equipo, trabajando muy bien y creciendo día a día, se encuentra en esta situación. Podemos disputar el liderato del grupo. Es algo que depende de nosotros y vamos a ir a por ello con toda la energía e ilusión del mundo porque nos lo hemos ido ganando día a día».

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«Creo que el proyecto ha crecido mucho fuera de la pista y los jugadores dentro de la pista están acompañando este crecimiento. No queremos frenarlos y tampoco vender el discurso victimista de que no nos toca. Estamos aquí y si seguimos ganando, tendremos la oportunidad de luchar por el liderato del grupo, algo que nos hace mucha ilusión a todos. Nosotros queremos ser ambiciosos y no nos toca mirar para atrás. Queremos seguir mirando hacia adelante. El equipo ha crecido lo suficiente para pelear con los mejores de este grupo, somos uno de estos y vamos a intentar luchar por el liderato», sigue el míster.

Gran plantilla

Al ser cuestionado por la clave de esta temporada, lo tiene claro: la plantilla. «Jordi (Grimau), como director deportivo, tiene la responsabilidad y reto de formar una plantilla que sea lo más competitiva posible dentro de nuestras limitaciones. Creo que hemos juntado un grupo de grandes jugadores que trabajan mucho en el día a día y con una ambición personal tremenda. Eso más el año que tenemos de experiencia con los que repiten, han hecho que el grupo se haya unido muchísimo dentro de la pista y hemos sacado grandes partidos. Al principio, tras las derrotas de Benicarló y Menorca, no teníamos claro el nivel del equipo. Ahí todos dimos un paso de toca trabajar más y ser humildes. Y desde ahí, semana a semana, el vestuario ha conseguido hacerse una gran familia y aprender a sufrir juntos. Esa es la clave de esta temporada».

Otro aspecto que quiere destacar Flores es el alto nivel de competitividad: «Es un reflejo de lo que hemos hecho en el día a día en los entrenamientos, donde el nivel competitivo entre nosotros es altísimo. No recuerdo ninguna semana en la que yo haya salido de un entrenamiento pensando en lo mal que estaba todo. Eso, ayudado con la filosofía de juego que hemos intentando plasmar, que nos ha hecho jugar con alegría en los partidos, nos ha dado mucho. Creo que es clave también la energía que ha puesto el equipo en defensa. Jugadores que no estaban tan acostumbrados a defender y han aceptado el reto».

Además, añade: «Cuando el equipo tiene muchísima energía en defensa es un equipo muy difícil de parar en ataque. Somos un equipo con muchas opciones ofensivas. Gran parte de estas se basan desde la amenaza del triple. El juego entre nuestros bases y Vinicius ha sido determinante para liberar esta serie de triples. La ambición que hemos tenido desde la defensa nos ha hecho ir creyendo mucho en nosotros como equipo».

La afición, un pilar

Por último, Flores no quiere dejar de hablar de la afición: «Lo más importante de esta temporada es lo que se está consiguiendo fuera de la pista. El movimiento social, el pueblo está con nosotros y lo notamos. Estamos sintiendo un apoyo espectacular. Nos encanta jugar en casa. Hemos hecho un fortín, pero es un fortín en el que la gente viene a pasárselo bien. Eso es lo que más no llena. La gente que viene el sábado viene a disfrutar del baloncesto, a disfrutar del equipo y a disfrutar con el equipo. Cuando las cosas van mal, la gente no para de animar, y cuando van bien, disfruta el doble. Es algo muy importante a conservar y que queremos que siga creciendo. Queremos tener problemas en Sa Pedrera porque no quepa gente. Ese sería el reto».