Da Silva y Morcillo. | Jon Izeta

El municipio costero de Santa Eulalia del Río despertó este sábado con los 1.000 corredores de la Vuelta Ibiza MTB Scott by Shimano dispuestos a iniciar la etapa reina de la ronda. Las duplas formadas por Morcillo-Da Silva y Fernández-Ródenas lucían el maillot amarillo que les dio la victoria en la etapa inaugural y ayer volvieron a revalidar el triunfo con contundencia.

Casi 80 kilómetros y un desnivel de 2.000 metros tenían por delante los participantes ayer en un recorrido por la zona noroeste de la isla. Morcillo y Da Silva ganaron en hombres con un tiempo de 3:15:43. Francesc Guerra y Sergio Mantecón fueron segundos (3:16:02) y Stefano Dal Grande y Andrea Righettini (3:19:26), terceros. En féminas, Pilar Fernández y Ariadna Ródenas pararon el crono en 4:07:30. Lucía González y Sofía Rodríguez (4:13:53) entraron en segundo lugar por delante de Anna Jördens y Naima Madlen (4:15:01).

Como explicó Sergio Mantecón, segundo en meta junto con Francesc Guerra, en el recorrido había «continuas zonas de subidas y bajadas». «Todas desembocan en calas paradisiacas. Hemos disfrutado de toda la parte norte de la isla y con la suerte de poder conocer sitios totalmente inaccesibles en coche y a los que solo podemos acceder con la bici», explicó. Ayer se sintieron más fuertes y fueron capaces de estar en la cabeza de carrera hasta los últimos 5.00 metros, donde los ganadores de la etapa, Morcillo y Da Silva, se desmarcaban para revivir la victoria de la pasada jornada.

«Hemos salido muy contentos porque ver a Morcillo salir de su pueblo, de su casa, siempre es una motivación extra. Hacia el final de la carrera decidimos apretar un poco más y abrir hueco», explicó José Pedro Da Silva. «Nosotros no hemos atacado en ningún momento. Hemos ido todo el rato a ritmo y al final se han ido quedando los demás. Primero han sido Andrea y Stefano; luego Francesc y Sergio, y nosotros hemos intentado entrar bien colocados en las zonas más técnicas y estar siempre delante, evitando el latigazo», comentó Morcillo.

Los ganadores de la pasada edición, los italianos Andrea Righettini y Stefano Dal Grande, sufrieron bastante. Hasta mitad de etapa iban fuertes, a rueda con Morcillo y Da Silva, pero un problema técnico de Stefano les rompió el ritmo. Desde ese momento, Andrea se empezó a sentir cansado y, justo antes de entrar en el tramo especial Shimano, el descenso de Cala Salada le jugó una mala pasada con otra caída que fue el punto de inflexión para no poder disputar el segundo puesto, quedando relegados al tercer cajón.

«Ha sido una etapa muy muy dura, de mucho calor y las subidas hoy eran tremendas. Nada más arrancar, en la primera subida, la cima destacada Scott de Puig d’en Morna, hemos hecho un ritmazo y nos hemos podido descolgar de las segundas. Y a partir de ahí, a remar, a remar y así hemos llegado a meta», explicó Pilar Fernández, ganadora de la etapa junto a Ariadna Ródenas.

Si algo cabe destacar en la jornada de ayer es el público que salió a animar a los corredores. Enrique Morcillo coentó cómo en los últimos años ha crecido la afición por las bicis entre los más pequeños: «Siempre intentamos motivar a las nuevas generaciones y es cierto que en los últimos cinco años se ven un montón de carreras para ellos», explicó el ciclista de Santa Eulària.