Felipe Dos Anjos saluda a los niños participantes en el Campus Paco Vázquez. | Irene Arango

Si hay algo que llama la atención de los más jóvenes eso es la altura. Los 218 centímetros de Felipe Dos Anjos (Sao Paulo, Brasil, 30-04-1998) se hicieron notar ayer en sa Blanca Dona. El pívot del Andorra fue un invitado de lujo en el Campus Paco Vázquez que se está celebrando a lo largo de esta semana.

Vázquez, el mejor jugador de baloncesto que ha dado la isla, es desde hace años miembro del staff técnico del Andorra, equipo que tras varias temporadas en ACB ahora milita en LEB Oro. Eso le ha permitido convencer al brasileño para que se pase por un campus que en esta edición cuenta con más de un centenar jóvenes de entre los siete y los 17 años. Las plazas se agotaron por el mes de mayo.
El propio Paco Vázquez se mostró feliz por volver un año más a la isla y poder compartir un poco de sus conocimientos con la cantera ibicenca: «El campus es mi hijo. A parte está mi familia aquí. Yo vengo cada verano para estar con mi gente. Eso me hace querer venir cada año y hacer un campus en el que los niños disfruten. Creo que hacemos un campus de calidad en el que hemos ido mejorando año a año. Estoy muy contento porque cada vez se apuntan más niños».

En esta edición, como es habitual se están centrando en trabajar los diferentes conceptos del baloncesto, el bote, el pase, el juego de pies... Cada día se centran en uno de esos aspectos, pero sin descuidar los demás. Además, Vázquez no está solo. Cuenta con la ayuda de diferentes técnicos, entre ellos destacan dos que vienen de equipos de la primera división femenina española: Jordi Acero y Lucas Fernández. Este último lleva en el campus desde la primera edición.

En cuanto a la visita de ayer. Dos Anjos charló un rato con los jugadores con los que compartió algunas de sus experiencias desde su salida de Brasil para ingresar en la cantera del Real Madrid, donde coincidió con Luka Doncic. Después, también participó en algunos ejercicios en los que su imponente altura hizo las delicias de los jugadores. Los más osados le retaron a un uno contra uno.

Un proyecto ilusionante

Regresando a Paco Vázquez, el ibicenco también analizó la aparición en la isla de un proyecto como el del Bàsquet Sant Antoni para el que tuvo muy buenas palabras: «Creo que está haciendo el proceso natural de un club que tiene las cosas claras, pero que ve que a nivel deportivo es muy complicado ascender. Han luchado toda la temporada por estar arriba, pero en el cruce de cuartos ha tenido un problema. Está demostrado que la LEB Plata es muy complicada. Pero lo más importante es que han creado un evento que se celebra cada dos semanas en Ibiza y que congrega a la gente que le gusta el baloncesto. Creo que eso es muy imporante. El trabajo social que crean, que vayan los niños a ver los partidos».

«Es una forma de promocionar este deporte. No hay mejor publicidad que tener un equipo que esté luchando en una competición profesional como es la LEB Plata. Estoy muy contento de que les vaya así y estoy esperanzado en que puedan conseguir ese ascenso a LEB Oro que sería muy importante para la isla», concluyó Paco Vázquez.