Una acción del encuentro. | Arguiñe Escandón

La UD Ibiza y el Formentera han firmado tablas (0-0) este viernes en Can Misses en un encuentro en el que apenas hubo ocasiones de gol. El balón fue ibicenco, pero lo cierto es que los visitantes apenas sufrieron y su portero apenas tuvo que intervenir, más allá de un penalti en el que voló para evitar el tanto de Obolskii.

El partido comenzó con dominio local, como se podía esperar. El balón era para los de Romo, pero les costaba generar peligro. Los primeros 10 minutos se esfumaron, siendo lo más reseñable una buena internada de Suleiman por la banda izquierda. El extremo buscó el centro, pero Dani García estuvo rápido y repelió el cuero con una buena mano.

No pasaban demasiadas cosas. Monopolio celeste y a los 20 minutos Abde probaba con un disparo lejano que se iba por encima del travesaño. Acto seguido el Formentera reclamó penalti por una mano de Bobadilla en una acción que había iniciado Iban Ribeiro. El árbitro dijo que estaban pegadas y que siguiese el juego.

Los rojinegros estaban muy bien plantados y apenas sufrían. Además, cuando robaban daban sensación de peligro. Así fue en el minuto 40 en una buena triangulación que no encontró rematador.
La última de la primera parte la tuvo el conjunto celeste. En una acción por la derecha, Obolskii se adelantó en el primer palo, pero su remate con el pie de fue lamiendo el palo de un Dani García que ya estaba batido.

Para la segunda parte, Romo metió a Olaortua y a Pepe Sánchez, cambiando el dibujo del 4-2-3-1 a un 4-3-3. Por su parte, Maikel Romero cambió a casi todos sus jugadores. El balón era celeste, pero con muy poca velocidad y menos ideas. El Formentera no se desordenaba y cuando robaba creaba más peligro que los ibicencos.

De hecho, con el paso de los minutos los de la pitiusa sur se hicieron con el control del juego y se jugaba más en el campo ibicenco que en el formenterense, pero lo cierto es que ambos porteros eran meros espectadores.

En el 72, llegó la jugada que pudo decidir el encuentro. Tras un buen control para internarse en el área, Suleiman fue derribado por un defensor que llegó muy tarde al cruce. Obolskii tomó la responsabilidad, pero se encontró con una gran parada de Johan, que mantenía el 0-0 en el marcador.

En la recta final y tras esta ocasión despreciada, apenas pasaron cosas. El Formentera siguió muy cómodo y la Udé, sin ideas. Así se esfumó el partido, sin goles y sin brillantez. Es pretemporada y todavía queda mucho que afinar y muchos días por delante para llegar a la primera jornada.