Antoni Arabí Serra, más conocido como Toni Arabí, es el jugador de fútbol más importante que ha dado Ibiza. No en vano cuenta con 215 partidos en Primera División y Copa del Rey defendiendo la camiseta del Espanyol con la que marcó siete goles. Arabí estuvo ocho campañas, desde 1978 hasta 1986, y fue capitán del conjunto barcelonés y uno de los jugadores más relevantes en la historia periquita, no en vano el club le homenajeó dándole una puerta en su estadio. Precisamente eso es lo que hizo Vila este martes. Rendir tributo al exfutbolista dándole su nombre a la puerta 4 de Can Misses, que ya será para siempre la puerta Toni Arabí.

Quizás el escenario para el homenaje no fuese un mejor, pues su figura y grandeza merecía algo más que un amistoso entre los filiales de UD Ibiza y CD Ibiza, dos equipos de categoría regional. También merecía más gente en las gradas para darle el merecido aplauso en el saque de honor. Quizás no fue lo más indicado, pero fue lo de menos porque Arabí estuvo rodeado de los suyos, de su familia y amigos, de sus antiguos compañeros y la gente del fútbol de Ibiza, unas 200 personas le acompañaron.

El propio Arabí agradeció el gesto de la ciudad y señaló: «Para mí es una alegría y una satisfacción muy grande. Yo me hice en Ibiza y fue aquí donde me dieron la oportunidad de salir al Espanyol para jugar en Primera. Siempre estaré agradecido por ello. Estoy muy contento con este homenaje»

«No sé si merezco tanto –en relación a las dos puertas–... Yo toda mi vida he intentado ser honrado, dar lo que podía, pero yo no he sido ningún crack. Yo no destacaba. Yo era un jugador trabajador, honrado y normal. Yo he intentando toda mi vida ser buena persona. Ahora, me lo recompensan con estos homenajes y son cosas que uno agradece», aseguró la leyenda ibicenca que también se mostró muy feliz por estar con los suyos: «He llegado aquí y toda la gente que hay son todos amigos y excompañeros».

Una vez el homenaje se puso en marcha, Arabí corrió la cortina para dejar al descubierto la placa que dará nombre para siempre a esa puerta número cuatro. Después llegaron las fotos, sus familiares y amigos quisieron inmortalizar el momento. El homenaje continuó en el terreno de juego donde sus excompañeros le hicieron un pasillo hasta el círculo central, donde esperaba el balón para hacer el saque de honor.

El Espanyol, presente
El Espanyol también quiso estar presente en el acto y su antiguo compañero Iñaki Pérez de Arrilucea le entregó una camiseta blaquiazul con el 215 a la espalda. «Para los que llegamos nuevos nos enseñó mucho. Nos enseñó a ser personas antes que futbolistas. Era un grandísimo jugador y un grandísimo capitán. Tuve la fortuna de coincidir dos años con él y cuando tienes compañeros del calibre de Toni aprendes mucho», aseguró Pérez de Arrilucea.

Más allá de esos ocho años en Barcelona, cabe recordar que antes de dar el salto a Primera División, Arabí vistió los colores de la SD Portmany y la SD Ibiza, dos equipos en los que volvería a jugar antes de su retirada en su regreso a la isla. Después siguió ligado al fútbol como director deportivo y entrenador del Portmany, el Sant Rafel, el Formentera y la Peña Deportiva.