Guillermo Fernández Romo, durante un entrenamiento de la UD Ibiza. | UD Ibiza

Un técnico que conociese la categoría. Eso es lo que quería Amadeo Salvo para esta temporada. Un entrenador con el que intentar regresar al fútbol profesional por la vía rápida y al que dotar de una plantilla temible para que la mezcla funcionase. Con Guillermo Fernández Romo la UD Ibiza ha fichado a un preparador con unos números sin igual.

Aupado por el ascenso logrado hace dos temporadas con el Racing de Santander con una fabulosa segunda vuelta y por el buen inicio de curso con los celestes, la estadística es demoledora a favor del madrileño. Hay que matizar que entre estos dos periodos están los partidos que dirigió al Racing de Santander en Segunda División antes de ser cesado por la mala marcha del equipo.

Sin entrar en estilo, tácticas o si el equipo ofrece una imagen muy diferente en casa a la de fuera, el frío dato es que Romo sólo ha perdido dos partidos de los 31 últimos que ha disputado en Primera RFEF. De los 29 restantes, 23 son victorias y sólo seis empates. Es decir que ha logrado sumar 75 de los últimos 93 puntos que han tenido en juego sus equipos en esta categoría.

Otro dato del historial de Romo en Primera RFEF es que todavía no ha perdido ningún partido como local. Convirtió El Sardinero en un fortín, donde sólo cinco equipos lograron rascar un empate, y va camino de hacer lo mismo con Can Misses donde hasta la fecha son cuatro victorias en otros tantos encuentros. El domingo ante el Intercity buscará la quinta.

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El inicio de curso con la UD Ibiza está siendo sensacional, siete victorias y dos empates es algo que hubiese firmado hasta el más optimista teniendo en cuenta que se trata de un equipo completamente nuevo en el que sólo repiten dos jugadores de la temporada pasada, Suleiman y Joseda. Sólo el impresionante arranque del Castellón impide que los de Romo sean líderes a estas alturas de la temporada.

Siempre mejora

Otro aspecto a tener en cuenta, es que los equipos del madrileño siempre van de menos a más, algo que realmente se antoja complicado con este inicio de temporada. Su historial dice que con el Ejea en la temporada 18/19 hizo 21 puntos en la primera vuelta y 23 en la segunda.

La temporada siguiente con el Cornellà, en el año del COVID, acabó la primera vuelta fuera de los puestos de playoff, pero en la segunda, estaban siendo el mejor equipo de la categoría antes de que se parase la competición. Lograron cinco victorias y cuatro empates que les permitieron meterse en el playoff y quedarse a un partido de ascender a Segunda División.

También en su segunda temporada con el Cornellà ocurrió la misma tendencia. En la primera fase de aquella liga que se dividió en pequeños grupos para restructurar la Segunda División B, sumó 11 puntos en la primera vuelta por los 18 de la segunda, una mejoría que, sumada los buenos resultados de la siguiente fase, permitió que el Cornellà pasase a ser equipo de Primera RFEF.

Por último, en su curso con el Racing se dieron los impresionantes números que se mencionaban con anterioridad, pasando de 37 puntos en la primera vuelta a los 45 que logró el conjunto cántabro en la segunda para superar al Deportivo de la Coruña en la tabla, ser campeón y ascender al fútbol profesional.