Pep Sansó, Toni Curuné, Juan Ruiz y Salva Losa, en un momento de la gala. | PERE BOTA

El fútbol balear vivía este viernes una fiesta de cinco estrellas en la Gala de la Federació de Futbol de les Illes Balears celebrada en Son Amar, donde se daban cita medio millar de personas para celebrar y homenajear a su pasado presente y futuro. La cita, coorganizada por Ultima Hora, vivía su momento cumbre con la entrega de su máxima distinción, la Bota de Oro, al director deportivo del Palma Futsal, José Tirado, que completaba un cuadro de honor al que daban forma los clubes centenarios de nuestra comunidad, los campeones de la pasada temporada en el fútbol regional y a muchas figuras que desde diferentes ámbitos han contribuido al gran momento que vive el balompié de las Islas.

Tras el recuerdo a las personas vinculadas al fútbol y a la territorial que nos dejaron durante el año, el presidente de la FFIB, Pep Sansó, inauguró el turno de parlamentos con un mensaje en el que destacó que era «una gala única por contar con un campeón de Europa como el Palma Futsal» y subrayó la importancia de los clubes para desarrollar una actividad que ya cuenta con 33.000 licencias. El dirigente subrayó la importancia de premiar a «las personas que marcaron el camino» para las nuevas generaciones y enfatizó la importancia de trabajar entre todos para «erradicar cualquier tipo de violencia».

La presidenta del Grup Serra, Carmen Serra, remarcó el valor del fútbol para «unir sentimientos y fomentar la competitividad al mismo tiempo que fomenta las relaciones sociales y deportivas y es capaz de ejercer como imagen de un pueblo».

La presidenta del Govern, Marga Prohens, que destacó que el deporte en general y el fútbol en particular contará con un papel importante en su gestión, ensalzó el nivel y los logros de una «tierra de campeones» y celebró tanto los valores que promueve como el hecho de que el «éxito tenga nombre de mujer».

Binissalem, Constància, Consell, Porreres y Mallorca recibían la mención especial por su condición de centenarios al celebrar una cifra a la que este año también llegan el Manacor y el Llosetense, que alcanzan un siglo de vida. Posteriormente era el turno de todos los clubes de fútbol, fútbol sala y fútbol playa que fueron campeones y la selecta nómina de los que lograron el ascenso de categoría como el Gasifred, la Penya Independent, el Platges de Calvià, el Balears FC, el Andratx y el Collerense.

Andrea Alcaide y Elena Montané, por su título de campeonas de Europa con la selección española, Antonio Vadillo, por su elección como mejor entrenador del mundo tras guiar al Palma Futsal a la Champions, y al colegiado Mateu Busquets, por su ascenso a Primera División, recibían las distinciones especiales por sus logros junto a Daisee Aguilera, presidenta del Cosmitos, y a la exjugadora del Barça, Irene Olivas.

Precisamente otras tres integrantes del Barcelona eran otras de las grandes protagonistas de la Gala, que lucía con orgullo los grandes logros conquistados por Cata Coll, Mariona Caldentey y Patri Guijarro. Aunque no pudieron estar presentes por sus compromisos en competición, su título mundial con la selección española y el doble liga y Champions con el Barça fueron aplaudido por los asistentes en una edición tremendamente especial por rendir homenaje a otro campeón de Europa como el Palma Futsal, cuyo presidente, Tomeu Quetglas, recibía la placa conmemorativa de la FFIB.

Otros dirigentes que han dejado una huella imborrable y siguen dando brillo a su trayectoria y legado fueron los presidentes José Mójer (Espanya), Toni Planas ‘Tatxa’ (Penya Arrabal), Lluc Colom (Santa Catalina Atlético) y Bernat Picó (Santanyí), que eran agasajados por sus décadas de dedicación.

En la categoría ‘Gent de Futbol’, que premia a todas las personas con una vida entregada al balompié, recibían sus respectivas distinciones uno de los fundadores del Cide, Damià Sastre, o Joan Company, que estuvo a punto de fichar por el Barça y acumuló multitud de temporadas en los banquillos, y Julián Bueno por cerca de 40 años en el arbitraje.

Además del reconocimiento individual a Susana Sánchez como la primera jugadora federada de la historia de Balears, uno de los momentos más emotivos de la Gala también llegaba con el homenaje a otro hito del deporte femenino. Y es que recibieron una de las ovaciones de la noche las integrantes del Montaura que en 1970 formaron el primer equipo femenino que se recuerda.

La Gala de la Federació de Futbol de les Illes Balears, que volvía a ser un lugar de reencuentro para muchos asistentes, contó con la presencia de los principales representantes institucionales de Balears, Mallorca y Palma. Junto al presidente de la FFIB, Pep Sansó, y a la presidenta del Grup Serra, Carmen Serra, formaban parte del evento y de la entrega de premios la presidenta del Govern, Marga Prohens, el responsable d’Esports del Ejecutivo autonómico, Joan Antoni Ramonell, su homólogo en el Consell, Antoni Prats, y el alcalde de Palma, Jaime Martínez.