No pudo ser. El Inter Movistar sacó a relucir todo su potencial en sa Blanca Dona e hizo que el sueño de la UD Ibiza Gasifred no durase demasiado. Eso sí, durante cinco hermosos minutos, la afición se ilusionó con la posibilidad de ser ‘matagigantes’. Más allá del resultado, fue un día histórico para el deporte de Ibiza, un día para el recuerdo. La visita del mejor equipo de la historia del fútbol sala fue un premio para el Gasi y toda su gente. Una fiesta del fútbol sala a la que respondió la gente de la isla con un sa Blanca Dona que registró una entrada espectacular, rondando el millar de personas.

Una vez el balón empezó a rodar, apenas había pasado un minuto, cuando golpeó el conjunto local para delirio de la grada. Vicent Valdés recuperó el balón, se lanzó a la carrera y soltó un disparo que sorprendió a Jesús García, que no estuvo nada fino. 1-0 en el luminoso para disparar la ilusión.

El segundo pudo llegar poco después. En otra recuperación, Jason soltó un gran disparo al que esta vez sí respondió bien el guardameta madrileño, que sacó un pie salvador. Las ocasiones eran ibicencas, pero el balón lo monopolizaba el equipo visitante, aunque le costaba un mundo superar la férrea defensa ibicenca.

Cinco minutos resistió el muro celeste sin que Álvaro tuviese que intervenir. Fue así hasta que Terry hizo las tablas en el primer disparo entre los tres palos. Poco después, Álvaro evitaba el segundo de Terry con una buena mano. Empezaba a carburar el Inter Movistar.

Camino del minuto nueve, Buitre estuvo a punto de poner en ventaja a los celestes otra vez en una recuperación. El '17' se tiró con todo, pero Jesús García respondió. Acto seguido era Álvaro el que evitaba el tanto de Lazarovic.

Ganaba ritmo el partido y el 1-2 llegó cuando se superaba el ecuador del primer tiempo. El internacional eslovaco Drahovsky sorprendió a Álvaro con un potente disparo que se coló entre las piernas del portero ibicenco.

Los de José Fernández no se iban a rendir tan rápido e intentaban responder con prontitud. Lucas obligó a Jesús García a hacer otra buena intervención. Plantaban cara los pitiusos al todopoderoso equipo madrileño, pero los de Torrejón de Ardoz tienen en sus filas a algunos de los mejores jugadores del mundo y el tercero fue obra del internacional brasileño Fits, en una acción en la que Álvaro pudo estar mejor. El cuarto no tardó demasiado. Otro internacional, esta vez español, Raúl Gómez, ponía más tierra de por medio cuando quedaban seis minutos para el descanso.

Buitre pudo descontar con una doble ocasión en la que el portero visitante estuvo inmenso. Jesús García había fallado en el primero, pero a partir de ahí, se convirtió en el mejor de los de Riquer. Buscaba el segundo el cuadro celeste, pero lo que llegó fue el quinto. Cecilio, otro internacional español, no desaprovechó un regalo de Jason en la salida para fusilar a Álvaro. Un minuto más tarde, Rubi desviaba un disparo para poner el 1-6. El resultado con el que se llegaba al descanso era mucho mayor que las sensaciones.

La segunda parte empezó de la peor manera posible. No se había cumplido el primer minuto cuando Ferreyra, que había entrado en el descanso, perdió el balón y tuvo que tocarlo con la mano fuera del área. Expulsión y en la inferioridad, gol de Fits. 1-7. Por si fuese poco, un minuto más tarde, Buitre pisaba mal el balón y se tenía que retirar con muchas muestras de dolor en su tobillo.

Por su parte, José Fernández ponía portero-jugador para intentar cambiar la dinámica, pero el japonés Kaito no tardó en robar el esférico y marcar a portería vacía. 1-8 y 18 minutos por jugarse. Los celestes retiraban la idea de jugar de a cinco, visto el mal resultado.

Entró entonces el partido en una fase en la que cada vez que perdía el balón el conjunto local, la sensación era de gran peligro y que podía llegar una goleada mucho mayor. El 1-9 fue obra de Fits, que completaba su hat-trick. El décimo de los visitantes lo hizo Drahovsky. Ahí se frenó la cuenta madrileña.

Cuando quedaban poco menos de siete minutos, Charly hizo que sa Blanca Dona pudiese cantar otro gol. El '10' definió a la perfección tras una buena jugada de Jason, que un par de minutos antes también había tenido una buena oportunidad. El tanto dio energía a los ibicencos que apretaron de ahí hasta el final para intentar maquillar el resultado. El propio Charly dentro del último minuto estrelló el balón en el larguero, pero el marcador ya no se movió. 2-10 goleada lógica ante el mejor equipo de la historia. Una derrota menos amargas que otras porque este martes sa Blanca Dona vivió una fiesta del fútbol sala.