David Bernárdez. | Arguiñe Escandón

Daniel Bernárdez Cabaleiro (Vigo, 09-05-1997) está llamado a ser una de las claves del Trasmapi UD Ibiza HC Eivissa en la segunda vuelta. El gallego, que cumple su quinta temporada en la isla y que es uno de los mejores pivotes ofensivos de la categoría, regresó a las pistas este 2024 tras seis meses de baja por una lesión de cadera. Los ibicencos están teniendo un año muy complicado y están en unos puestos de descenso de los que esperan salir.

—¿Cómo está? ¿Cómo va esa cadera?
—Bueno, pues aún no al 100%. De hecho, el otro día, ante el Alcobendas, me di un poco con la realidad. El primer partido me salió muy bien todo y no me dolió... pero no va tan rápido como yo pensaba. Estoy al 80 o 90%.

—Supongo que feliz de poder haber vuelto a las canchas.
—Sí, sí, hacía tiempo que no tenía tantas ganas de jugar un partido. Tengo mucha ilusión. Al final, llevo seis meses parado y tengo muchas ganas.

—Seis meses parado, viendo que el equipo sufre y que no puede ayudar a sus compañeros.
—Pues sí. Más rabia te da aún. Más ganas de estar y poder echar una mano. Pero bueno, si fuésemos ganando también tendría ganas de estar. Lo que nos gusta es jugar y queremos estar en las victorias y en las derrotas.

—El primer día, con siete goles, ya se vio todo lo que puede aportar y que tiene que ser un jugador importante en esta segunda vuelta.
—Lo intentaré. A mí mismo me exijo eso. De hecho, contra Alcobendas que no pude igualar el rendimiento del primer día, yo me fui fastidiado a casa, aunque me digan que es el segundo partido y que es normal. Yo quiero jugar siempre como el primer día y eso me exijo.

—Al equipo no le están saliendo las cosas como se pensaba, de soñar con pelear por subir a Asobal a verse toda la temporada en descenso. ¿Qué ha pasado?
—Bueno, yo creo que no hemos tenido suerte con las lesiones, ni hemos jugado los mejores partidos. Tampoco vamos a echar la culpa sólo a las lesiones. Cuando se dice que primero hay que jugar y luego ver dónde estamos, es por algo. No se puede hablar de Asobal sin competir. Primero juega y la liga te colocará. Pero lo dicho, creo que nos ha salido todo cruz. Hemos tenido un montón de lesiones. No hemos tenido mucha suerte y en una liga tan igualada hemos perdido varios partidos por la mínima. Intentaremos revertir la situación ahora.

—Muchas veces cuando hay lesiones se habla de que en el partido faltó uno u otro, pero quizás dónde sea más importante es en los entrenamientos a la hora de preparar los partidos.
—Sí, totalmente. Pongo mi caso: si tienes 10 jugadores disponibles del primer equipo pues no puedes atacar siete contra siete y, luego, llegarás al partido y habrá siete tíos dispuestos a zurrarte para que no les ganes la posición y puedas meter gol. Entonces las bajas no te permiten trabajar el ataque con una defensa realista o trabajar la defensa con un ataque realista, falta gente. Eso se nota en el ritmo de juego. Por ejemplo, en la velocidad de bola… Si en un entrenamiento contra chavales, que vienen a echar una mano, te da para meter gol, luego en un partido pues esa velocidad no te da.

—Es uno de los veteranos y ha visto el crecimiento del club de los últimos años. ¿Cómo se puede salir de este embrollo?
—Desde que yo estoy aquí el equipo se ha destacado más por la defensa. Creo que es nuestra identidad. Hay que seguir trabajando, basándonos en la defensa, aunque no sea mi especialidad, pero a un equipo al que no le meten goles es muy difícil ganarle. Y luego, hay que intentar ganar ritmo en ataque y darle un poco más de verticalidad, que ahí si podré colaborar. El otro día, por ejemplo, empatamos a 23 goles y hay que dar un puntito más en ataque. Normalmente, si dejas a un equipo en 23 goles, sueles ganar. Así que el margen de mejora está en ataque.

—También han llegado varios fichajes.
—Sí, ha llegado Zungri, por ejemplo, que es un tío veterano y sabe a lo que juega. Él, en mi redebut, fue el que más balones me dio y creo que vamos a hacer una buena sociedad. Han llegado varios jugadores que pueden aportar y que nos ayudarán mucho en los entrenamientos también para coger ritmo.

—Por lo que dice tiene confianza en que el equipo se salvará.
—Hombre, yo creo firmemente en que podemos darle la vuelta. Yo llevo dos partidos y no me han afectado anímicamente algunas derrotas, que quizás a algún compañero sí. Tengo mucha ilusión y todo lo que pueda aportar por darle la vuelta a esto.

—Además, siempre está el talismán de es Pratet. No sé si siente que en esa pista son invencibles o no se notan tanto esas cosas.
—A mí como jugador me encantaría jugar en es Pratet. En ese aspecto no hay dudas. Llevo cinco temporadas aquí y nunca he perdido un partido en ese pabellón, pero creo que por un tema publicitario y de patrocinadores tenemos que jugar en Blanca Dona.