Vicent Valdés, con el balón, durante el partido entre la UD Ibiza Gasifred y el Barça B. | Irene Arango

La UD Ibiza Gasifred ha roto este domingo su mala racha con una victoria que son mucho más que tres puntos. El triunfo ante el Barça B (4-2) permite a los ibicencos alejarse de un descenso que estaba cada vez más cerca, pero también es una inyección de moral de cara a los siguientes compromisos.

Un error en la salida de balón a punto estuvo de costarle un disgusto a los ibicencos, pero afortunadamente el disparo se estrelló en la madera. Tras este primer susto, el encuentro entró en una fase de ida y vuelta, de poco control y muchas llegadas de cierto peligro en ambas porterías.

El primero en ser certero fue Charly. El ‘10’ celeste aprovechó una falta lejana para sacar un potente disparo y sorprender al portero por abajo. Llegaba el 1-0 para alegría de la afición que apretaba en sa Blanca Dona. El partido se dirigía al ecuador de la primera parte y ya mandaban los locales.

El empate llegó cuando restaban poco más de siete minutos para el descanso. El conjunto blaugrana aprovechó un buen balón al espacio para sorprender a la defensa y hacer el 1-1. El gol espoleó a los visitantes que tuvieron dos buenas acciones prácticamente de manera consecutiva, pero se encontraron con dos pies salvadores de Ferreyra.

Acto seguido era el portero catalán el que evitaba el segundo gol celeste en una buena combinación. En la vuelta de esa jugaba, la volvía a tener el filial blaugrana. Había ocasiones en ambos lados de la pista y una de estas la aprovechó Victor Delgado para hacer el 2-1. Quedaban poco menos de dos minutos para el descanso y con ese resultado se marcharon los jugadores a los vestuarios.

El segundo tiempo empezó con una ocasión clarísima para los de José Fernández, pero la defensa bloqueó el disparo ibicenco. Habían salido bien los celestes y los primeros cinco minutos fueron de dominio local, con algunas llegadas de cierto peligro. Todo lo contrario ocurrió en los cinco siguientes, donde fue el Barcelona B el que pisó más el campo contrario. Eso sí, no hubo goles y con el 2-1 se entró en los últimos 10 minutos del partido.

No tardaría en poner tierra de por medio Vicent Valdés, al aprovechar una buena transición. El 3-1 hizo que el filial apostase por el portero-jugador para volver a meterse en el partido. Apenas habían pasado unos segundos cuando un clamoroso error permitió a Charly hacer el 4-1 y traer la tranquilidad a sa Blanca Dona, que veía como la mala racha de resultados estaba a punto de llegar a su fin.

El Barça B consiguió recortar distancias cuando restaban tres minutos de partido. Fue un pequeño susto que no hubo que lamentar, pues el marcador ya no se movió. Los celestes pudieron hacer alguno más con disparos lejanos a portería vacía, pero tuvieron puntería. Dio igual. Llegaron tres puntos de oro que son un balón de oxígeno.