La plantilla del equipo dirigido por Puerto que logró el ascenso.

Roberto Puerto Castells ha fallecido la madrugada de este sábado a los 81 años de edad. Puerto era una persona muy querida en la isla por ser entrenador de la mejor SD Ibiza que se recuerda. Dirigió a un equipo de leyenda que logró el ascenso a Segunda División B. Dirigió una plantilla que formó en el día de aquel ascenso con Vicente, Cruz, Nico, Carlos, Correa, Jiménez, Cristo, Pepín, Vicent, Artabe y Ormaechea.

Natural de Barcelona, no sólo entrenó en Ibiza, antes había dirigido al La Salle Bonanova, donde empezó su carrera, el Malgrat, Mataró, Gramanet, Hospitalet, Sant Andreu y Manlleu; y tras su paso por la isla volvió a la Gramanet y siguió su carrera con Mollerussa, Balaguer, Olot, Sant Andreu, Balaguer y Peralada. También trabajó como secretario técnico del Sant Andreu.

Puerto deja en Ibiza muchos amigos, que lo recuerdan con gran cariño por su etapa en la isla. Tolo Darder, que era por aquel entonces el director deportivo de Sa Deportiva fue la persona que apostó por él para ponerlo en el banquillo ibicenco. «Era una gran persona, un hombre de fútbol. Siempre mantuve una buena relación con él tanto en lo personal como en lo deportivo. Era muy inteligente. Con su fútbol enamoró a toda la isla. Era una gran entrenador», recuerda.

En Ibiza, Puerto estuvo tres temporadas y fue el encargado, junto a Darder, de crear ese equipo que siempre recordará. «Estoy seguro que habrá mucha gente apenada hoy en Ibiza», afirma Juanjo Cruz con su voz impregnada de tristeza. «Fue el que me firmó y desde entonces teníamos contacto. En el fútbol, lo más importante es eso, las amistades que te quedan», asegura. «Roberto Puerto tenían un nombre muy grande en el fútbol catalán. Aquí hizo un proyecto a su medida, fichando a jugadores que conocía. Montó un equipo muy competitivo y si no hubiese sido por los impagos, yo creo que con aquel equipo hubiésemos podido jugar el playoff para ascender a Segunda», recuerda, antes de decir: «Era un entrenador muy exigente, que tenía muy claros los conceptos tanto en ataque y defensa. Si respondías, él también lo hacía. Él no se casaba con nadie. Hay un caso muy llamativo, Vicent estuvo 32 jornadas sin jugar y el día que lo puso ya no lo quitó. Nos dijo que se había equivocado y fue titular en el playoff y el primero en renovar para Segunda B».

«Roberto era una persona muy cercana, muy exigente en lo deportivo, pero cercana. Sabía diferenciar la disciplina de lo que era el día a día con el jugador. Era el capitán de la nave, de ese equipo que todavía se recuerda. Hacíamos un fútbol adelantado a esos tiempo, un fútbol al que Ibiza no estaba acostumbrado y jugábamos de tú a tú contra históricos como el Elche, Girona, Murcia... Casi cada domingo 3.000 o 4.000 espectadores. La gente del fútbol de Ibiza todavía tiene el sello y se acuerda de aquel equipo. Yo digo que Cristo, que era un Messi, pero diestro, es el mejor jugador que ha pasado por Ibiza, ni en la UD Ibiza hubo uno mejor».