El tenista Rafael Nadal celebra su victoria ante el británico Andy Murray. | Reuters

La capital del mundo vuelve a presenciar un pulso por la cima del planeta tenis. Rafael Nadal quiere reconquistar el US Open logrando su undécimo Grand Slam ante el número uno del mundo, Novak Djokovic, que aspira a seguir dando brillo a un 2011 de ensueño. El tenista mallorquín y el serbio medirán sus fuerzas a partir de las 22.00 horas (Canal+ Deportes y Eurosport) ante la mirada de los 22.547 privilegiados que llenarán la pista más grande del mundo, la Arthur Ashe, donde los dos gigantes del circuito quieren saldar cuentas pendientes en busca de otra porción de gloria.

Nadal precisa su mejor repertorio tenístico y, sobre todo, su mejor versión mental para hacer frente al intratable Djokovic. El mallorquín, que disputará su décimocuarta final de un grande, ha progresado a lo largo del torneo hasta alcanzar un nivel óptimo que le ha permitido superar con autoridad a Andy Roddick en cuartos de final y Andy Murray en las semifinales. El martillo pilón de su derecha está engrasado y su saque recuerda al que le valió el pasado curso para completar su Grand Slam de carrera en Nueva York. Sin embargo, el mallorquín necesita su mejor fortaleza mental para dejar de un lado los precedentes. Los cinco triunfos de Djokovic en las cinco finales que han disputado en 2011 pueden ser una pesada losa para el balear y un impulso para el jugador balcánico.

Favorito

En el aspecto psicológico también puede ejercer cierta influencia la condición de favorito que por primera vez recae en Novak Djokovic. No en vano el serbio es el actual número uno del mundo y solo ha perdido dos partidos en los que va de temporada. Solo Federer en las semifinales de Roland Garros y Andy Murray en la final del Masters 1000 de Cincinnati en la que se tuvo que retirar por lesión. Bien es cierto que Nadal defiende el título y los 2.000 puntos en juego y que domina el balance de enfrentamientos 16-12, pero en esta ocasión está llamado a pelear por dar la sorpresa. La superficie resulta más propicia para que los golpes de Djokovic en general y su revés en particular.

La jornada de descanso de ayer iguala las fuerzas en el aspecto físico después de que Djokovic tuviera que emplearse a fondo para doblegar a Roger Federer y el mallorquín dejara atrás un maratón de encuentros propiciado por la lluvia que le impidió disputar sus compromisos en los días previstos.

Djokovic tiene la oportundiad de añadir otro grande a su historial y de paso asestar un duro golpe a su principal adversario en el ranking, ya que el serbio podría disparar su ventaja al frente de la clasificación mundial que pasó a gobernar justo después de adjudicarse Wimbledon a costa de Nadal. Son muchas cuentas pendientes, mucho talento, mucho tenis y, en definitiva, un desafío total.