Una imagen general de Can Palarí, realizada en la tarde de ayer.

Can Palarí es una nueva instalación para la hípica ibicenca, unas cuadras propiedad del matrimonio que forman Mar Ariza y José Palau –el nombre del recinto procede de la fusión de las tres primeras letras de los apellidos de sus hijos–. El recinto, ubicado en el Camí de sa Vorera, fue oficialmente estrenado el pasado domingo con un torneo de carácter social y no federado, y supone un nuevo escenario para el desarrollo tanto de competiciones como de clases de equitación en la Isla.

Ariza explicó ayer las características de esta instalación: «Es muy pequeña, de unos 8.000 metros, pero cuenta con una pista de concurso fantástica, con unas dimensiones de unos 80x40 aproximadamente, quizás algo más. Hay 18 cuadras geniales. También existe un patio andaluz donde los caballos se preparan antes de salir, así como un pequeño club social. Tenemos de todo, pero en versión reducida. Ésta es la única pega, que no tenemos un sitio gigante para hacer lo que buscamos».

Próximamente se forjará el Club Hípico Can Palarí con el fin de organizar competiciones. «Las dimensiones de la pista están homologadas para las necesidades deportivas, según nos han argumentado. Ahora nos queda hacer el papeleo y los trámites para la constitución del club», explicó Mar.

Mientras, en la instalación ya se pueden recibir clases de equitación. De hecho, cuenta actualmente con 15 alumnos y se pueden recibir lecciones tanto por la mañana como por la tarde. El precio de ellas es variable: una clase, 14 euros; un bono de 10 lecciones, 120; y un pase mensual, 240. Además, también se está preparando ya una escuela de verano. La encargada de impartir las clases es la profesora titulada de equitación Sandra Green.